sábado, 26 de julio de 2014

Los Ojos que Embrujan; Capitulo 6

LOS OJOS QUE EMBRUJAN

Capitulo 6
Mi Enfermero Personal

Las clases transcurrían normales y yo no paraba de ‘chatear’ vía sms con Rei, uno a uno se me iban los minutos.

-¿Me prestas los apuntes de Matemáticas?- Me pregunto uno de los chicos.
-Vale...- No sacaba mi mirada de la pantalla de mi celular ni un segundo.
-¿Dónde están?- Me pregunto de nuevo.
-Segundo bolsillo- Seguí ‘chateando’ con Rei. Las horas pasaban y yo seguía mi conversación vía ‘sms’ con mi chico. Se me veía sonreír una y otra vez, Alexy se dio cuenta y se me acerco.

-Es él ¿verdad?- Me susurro al oído.
-Tú sabes- Le dije mientras me alejaba del grupo –Nos vemos luego chicos, voy a dar una vuelta- Los salude de lejos mientras corría a Rei quien estaba sentado en la moto esperándome.
-Tardaste mucho- Me dijo dándome el casco.
-No digas eso- Trataba de ser lo más varonil posible, aun estábamos en territorio escolar.
-¿Nos vamos?- Me pregunto poniéndose su casco.
-Vamos entonces- Me subí detrás suyo y me sostuve del ‘parrillero’, no podían verme abrazarlo si ambos éramos chicos. Puse mi mirada en Lysandro y esa mirada tan seria se estaba clavando sobre Rei, casi podía despedazarlo con los ojos, disimule cuando Rei encendió su moto y partimos; dos cuadras más tarde ya lo estaba abrazando. Condujo unos minutos más que parecían no terminar nunca; se estaciono en su casa.
-Ya llegamos, entremos primero aquí antes de presentarte a mis amigos ¿vale?- Se notaba un poco incomodo. Pase y justo en la sala de estar me cogió la mano haciéndome volver a estar cerca suyo -¿Puedo pedirte un favor?- Me miro a los ojos al hacerme esa pregunta.
-Por supuesto- Estaba embobada con sus ojos azules.
-Quisiera que vistas como una chica cuando estamos juntos, porque... sentía que estaba con un muchacho anoche y fue algo raro- Eso era lo que le incomodaba.
-Podría, pero... no quiero, no quiero recordar lo que paso, no de nuevo- Él debía entender porque vestía así.
-Vale, no pasa nada... me acostumbrare entonces- Me contesto sosteniéndome el rostro entre sus manos –Te quiero- Se me acerco, yo... yo enmudecí, siempre callaba al tenerlo así de cerca -¿Recuerdas nuestro primer beso?- Me beso la punta de la nariz y mi rostro comenzó a arder, aunque no podía decirle nada, mis ojos hablaban por mi –Repitámoslo- Acerco sus labios a los míos y les tomo en posesión, cerré mis ojos y le correspondí; lento y suave como la primera vez, dulce y cargado de deseo como ese primer instante en donde me dijo que le gustaba. Recordé tantos momentos lindos, momentos en donde el recuerdo de mi hermano intervino y mis lágrimas no pidieron permiso en aparecerse, recorrieron mis mejillas y mojaron sus dedos que me acariciaban dulcemente, lentamente separo sus labios de los míos –No llores, por favor- Comenzó a secar mis lagrimas con esa ternura que era propia de él, cuanto amaba a ese chico -¿Por qué lloras?- Me pregunto mientras calmaba mi tristeza.
-Mi hermano...- No podía decir nada más que ese par de palabras.
-Mírame- Me guio la vista a sus ojos, ese par de hermosos ojos azules que me seducían –No voy a dejarte sola, jamás voy a dejarte; no llores mas, recuerda que él nunca quiso que llorases- Me dio un beso para luego abrazarme, le correspondí mientras ocultaba mi rostro en su pecho; quería controlar mis lagrimas, pero, no podía. No sé por qué, pero, me cargo y antes de poder pedirle que me bajara, me dejo en su cama sin dejar de abrazarme; nos quedamos así unos largos minutos hasta que logre mantener la calma –Ya, no llores, no me gusta que te entristezcas- Me dio otro beso, Dios, ya quería que me quitase la ropa e hiciéramos lo mismo de la noche anterior.
-Va-vale- Tartamudeaba cuando estaba nerviosa y honestamente, tenerlo así me subía los nervios al máximo.
-Qué bonita eres- Eso me hizo sonreír. –Como me encanta cuando sonríes, me haces tan feliz con solo verte- Me beso, mas y mas intenso y... no sé en qué momento paso, pero, ya estábamos a mitad de ‘ya saben que’, sobre su cama. La puerta sonó y me tapo la boca, como yo estaba estilo ‘cachorrita’ sobre su cama y él sobre mi cuerpo, se le hizo muy fácil taparme la boca –No hagas ruido- Escuchar su voz cargada de lujuria en mi oído era demasiado para mí; su otra mano se poso en la mía y cruzo sus dedos con los míos, yo apretaba sus sabanas resistiendo a no hacer ruido cuando se movía dentro de mí. -¿No te duele?- Me pregunto evitando hacer ruido, sus hormonas tan descontroladas como las mías.
-...- Negué con la cabeza, no quería acabar ese momento con él, no quería que terminara. Se recostó de mi espalda y pasaba su mano por mi vientre; sus caricias sin igual, en mi piel como ninguno. Nadie me hacía sentir así, solo él. Tantas sensaciones mágicas que hacia despertar en mi, su piel era única, sus besos como nunca y todo él era perfecto. Lentamente comencé a sentir algo húmedo dentro de mí y me tapo la boca con más fuerza, casi estaba por gritar en un frenesí de hormonas. Mas apretaba las sabanas, mas susurros dulces a mi oído, cuanto lo amaba.

...

5:35pm
Estaba en mi cuarto de la residencia y no paraba de pensar en Rei, en cómo me había hecho sentir, en todo, en cuando casi entraron a su cuarto y nos encontraron a mitad de ‘ya saben qué’.

La puerta se abrió y me asome en la barandilla, el albino entraba al cuarto.

-Hola Lysandro- Le salude con una sonrisa, como siempre.
-Oh... hola Mark- Me respondió sin mucho interés.
-¿Estas molesto?- Estúpidamente le pregunte y me miro frunciendo levemente el ceño antes de irse a la ducha –Uy, que susceptible- Baje las escaleras para irme a ver a Alexy. Salí del cuarto un poco indecisa, camine por el pasillo y abrí la puerta del cuarto de Alexy y Armin.
-Únete al juego Mark- Alexy me jalo del brazo y me dio un mando.
-¿Juegas a los juegos de shooter?- Me pregunto Armin mientras equipaba a su jugador.
-Un poco- Respondí insegura.
-No importa, serás parte del equipo- Me abrazo Alexy emocionado.


De nuevo estaba en mi cama pensando en que cosas habían pasado durante el dia, Lysandro estaba abajo escribiendo o eso creo que hacía. Me quite los cascos para ver si aun estaba en la habitación.

-¿Todavía estas aquí?- Le pregunte sin moverme de la cama.
-...- No me respondió.
-Oye ¿Estás aquí?- Le pregunte de nuevo.
-...- Sin respuestas, me harte y salí de mi cama, baje las escaleras mi para mi sorpresa no estaba en la habitación. Revisé el lugar pero él no estaba ahí, salí del cuarto para saber en donde se encontraba. Camine por el pasillo hasta que una voz me saco de mi búsqueda.
-¡Mark debes venir conmigo!- Me gire y Alexy me cogió el brazo llevándome consigo al patio del colegio.
-¿De qué hablas?- Le pregunte y antes de que me diera la respuesta vi a quien buscaba, con la misma ‘Loli’ del otro dia.
-Oh... esto no estaba así... hace... un momento- Decía entre cortadamente Alexy, sentí su mirada sobre mí, pero, no podía gesticular una palabra... lo que veía no era algo que esperaba ver. Me gire dispuesta a irme -¿Estás bien?- Me pregunto Alexy.
-Si... estoy bien- Ni sabia con exactitud como me sentía, me dispuse a caminar, pero, termine corriendo y saliendo del colegio; corrí por la acera buscando la forma de alejarme del instituto a como diera lugar. No había una razón lógica de que hubiera hecho lo que hizo, no era su ética, no era de él jugar así, de Castiel podía esperarse, pero, no de Lysandro... ese no era él, eran sus celos. Seguí corriendo hasta que me detuve en el mismo bar donde me había llevado Rei, mire la puerta y después de pensarlo mucho decidí abrirla; todos ahí me vieron un poco ‘raro’, me sentí incomoda con cada paso que daba.

-¿Qué haces aquí?- Me pregunto uno de los que estaban en la barra.
-... B-busco a alguien- Mátenme, esa es la respuesta más idiota del mundo.
-Y ese alguien es Rei ¿verdad, niño?- Me respondió el mismo muchacho de la barra.
-...- Asentí con la cabeza; aquel ambiente era un poco aterrador.
-Si lo buscas, aquí no lo encontraras... además ¿No eres tu su amigo?, ese que tiene una hermana gemela- Bien, este se había tragado el cuento de que era un chico.
-Aja, ¿Por qué lo preguntas?- Creo que no debí de responder tan ‘Castiel’ en ese momento.
-Pregunto lo que quiero y tu respondes ¿entendido?- Me intentaba intimidar, pero, mi hermano jamás se dejaba intimidar así que estúpidamente decidí responder.
-Tú no eres quien para decirme que...-Sí, de un puñetazo en la nariz me tumbo al piso, eso no lo vi venir y me desoriento por completo.
-Así aprenderás a respetar, niñito- Se burlo de mí y escupió al piso, me contuve el dolor y me puse de pie.
-A eso le llamas golpear, idiota- Use el mismo tono burlón de Castiel y esa mirada ‘asesina’ que me dirigió me hizo saber que ese sería mi fin, pero, gracias a todo lo existente Rei entro por la puerta y detuvo al chico de que ejecutara mi prematuro fin.
-¡Detente de una vez!- Era la voz de Rei y me gire, jamás había agradecido tanto su presencia –Si te atreves a tocarla de nuevo, no la cuentas- Mi salvador, agradecí su intervención como nunca había agradecido algo.
-Espera... ¿Tocarla? ¿Acaso es una chica?- Oh Dios mío, esto se ponía cada vez peor. Mi ‘agresor’ me miro y se llevo ambas manos a la cara.
-Esto es una broma ¿cierto?- Nos miro a ambos –Dios... pudiste decirme que no eras Mark- No sabía que decir y Rei me miro acusándome con sus ojos.
-¿Qué?- Me hice la desentendida.
-No la toques o te juro que hasta aquí llegaste; ella es su gemela- Rei comprendió el GRAN malentendido.
-Perdóname ¿sí?- El que me había pegado, me miro apenado.
-Vale, not problem- Le dije con un falso acento ingles.
-Ven...- Rei me puso ambas manos en los hombros –Necesito curarte eso- Me dio un beso en el cuello antes de fulminar al otro con la mirada, nos giramos y me llevo hasta una puerta; la abrió y entramos, había una cama y... honestamente, pensé en que lo hiciésemos de nuevo.

-¿Cómo te sientes?- Me pregunto mientras comenzaba a curarme el ‘golpe’ de la nariz.
-Bi... ¡ay!- Me queje cuando presiono el algodón contra mi nariz a fin de secarme la sangre producto del golpe.
-Lo siento- Se disculpo y comenzó a hacerlo más suave, una de sus manos se abrió paso tras la cremallera de mis bermudas cuando mi atención estaba en sus ojos; sus dedos me rozaron y deje salir un mínimo sonido de mi boca sin darme cuenta. Él me miro y dejo el algodón en la repisa, cogió algo que parecía una ‘pomada’ entre sus dedos y comenzó a esparcirlo lentamente en mi nariz al ritmo de sus caricias en mi ‘zona prohibida’, era una forma rara de curarme, pero, era agradable... su ‘cura’ paso de eso a algo más, pero, se los contare en las paginas siguientes de mi diario jajaja

Ojala les haya gustado

Saludillos

Y... No se olviden de comentar, su opinion es muy importante para mi ;3;

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