martes, 15 de julio de 2014

Reflejos; Capitulo 10

¡Pos... estaba oyendo esta cancion mientras escribia el capitulo, espero les agrade...!
 
 
REFLEJOS
 
Capitulo 10
¿Quién es ella?

-¿Quién es ella?- Le pregunto Cassy en la cocina al pelirrojo.
-...- Él no conseguía las palabras.
-Te pregunte algo ¿Quién es ella?- Le insistía la muchacha.
-... Una amiga- Castiel le mintió y ahí, sello su destino.
-No te creo- Le dijo Cassy.
-¿Por qué?- Indago él.
-Por la forma en que te mira- Le respondió ella.
-... No estarás celosa o ¿sí?- Eso solo la hizo enojar más.
-No, no lo estoy... si tú y yo no somos nada- Esa conversación iba de mal en peor.
-¿A qué te refieres?- Le pregunto el pelirrojo.
-Así como lo escuchaste, tu y yo no somos nada... yo solo estaba contigo porque sabes ‘hacerlo’... no hay nada más que me atraiga de ti- Esas palabras eran tan frías como su mirada.
-...- Castiel no le dirigió la palabra.
-Ahora que sabes la razón por la cual te abro las piernas, responde... ¿Quién carajos es ella?- Pregunto de nuevo la pelirroja.
-Es mi ex- El pelirrojo respondió de mala gana.
-Y ¿A que vino?- Se cruzo de brazos la muchacha.
-...- Castiel no tenía demasiado ánimo de responderle.
-... Bien, que sean felices- Le sonrió con hipocresía y se disponía a irse de allí cuando él le sujeto la muñeca –Suéltame o te juro que ahora si te castro- Ella estaba demasiado molesta como para entablarle una conversación; él la soltó lentamente sin dejar de verle a los ojos.

Narra Castiel
Debrah; ella es la razón de que mi aventura sin freno se quedara estancada en un profundo abismo. Me acobarde delante de mi preciada niña y... la perdí. Jamás me había sentido peor en toda mi vida, ni cuando me entere de la tragedia del vuelo 545, ni cuando... ni cuando Debrah me dejo por su manager. Esa mañana fue la peor de toda mi vida, a quien deseaba con cada parte de mí ser, se estaba yendo. Quería gritarle que la amaba, que no se fuera, que me perdonara por haberle mentido, que me perdonara por lo mal que la trate. ¿¡Porque te vas!? ¡NO TE VAYAS!... Cuanto deseaba gritarle lo que mi corazón por ella sentía, pero, mi ex me detuvo. Me regreso con ella al interior del departamento.

-No la necesitas, me tienes a mí, gatito- Me hervía la sangre cada vez que me llamaba así.
-... Te equivocas... si la ne-ne-ne...- No podía admitirlo con mi boca, no podía y hui. Corrí a mi baño encerrándome allí, ignorando al mundo entero, necesitaba tranquilizarme. Comencé a sentir la ansiedad adentrarse dentro de mi alma.
-Gatito ¿Qué tienes?- Era sorprendente su forma de seducirme, con esa voz que alguna vez que drogo como la nicotina al fumar.
-... No quise mentirte- Ojala hubieras escuchado mis palabras, cuanto deseaba abrazarte y no dejarte ir, niña rebelde.

Aquella mañana me cambio para siempre; llegue al colegio con deseos de hablarle, estaba preparado para su rechazo, pero, al menos sabría lo que sentía. Ya había perdido demasiado, no la dejaría irse así tan fácilmente. Pero, antes debía de hacer una visita al lugar que mas odiaba... La Sala de Delegados.

Abrí la puerta y lo que vi, no podre borrarlo de mi mente; era ella quien se besaba con el delegado de grado, si, ese niñito mimado al que odiaba. Él la abrazaba y le estaba subiendo la falda. Eso tenía que ser una pesadilla o alguna especie de broma cruel... no, ese era el castigo por haberle mentido cuando me pregunto por la muchacha de cabellos castaños en la sala del departamento de aquella mañana. Me sentí el peor ser de toda la tierra cuando ella abrió sus ojos y me dirigió esa mirada seductora por la cual me derretía, pero, en ese momento solo sentía espadas atravesarme el cuerpo en todas las direcciones posibles... no soporte un segundo mas y azote la puerta, huyendo como el cobarde que era. Quería borrar esa imagen de mi cabeza, pero, no podía. Si esa era su venganza, era muy buena vengándose... demasiado. Nunca había llorado por nadie, ni si quiera cuando supe que había quedado en orfandad a los 14 años. Me encerré en las duchas de los vestidores, del gimnasio. Apreté mis puños y golpee a la pared.

-Maldita sea ¿Por qué carajos no se lo pude decir? ¿¡Porque mierdas le mentí!?
Soy un maldito gilipollas, un pendejo... eso es lo que soy... ¡CARAJO!- Estaba tan molesto que no sabía que pensar, solo recordaba aquella imagen aterradora de la sala de delegados. Ella estaba jugando muy bien a la venganza, era perfecta en ello. Su mirada que desprendía deseo, el deseo que yo anhelaba derramarle e impregnarle en todo su cuerpo, pero, no podía. Ella se había marchado.
-¿Castiel? ¿Estás ahí dentro?- Nunca había deseado oírle la voz, no a él.
-Lysandro- No sé como paso, pero, salí de ahí y le sujeté los hombros conteniéndome las lágrimas, esas que yo mismo me había provocado.
-¿Qué te acontece?- Su manera de hablar, era algo que siempre le había criticado, pero, ese día, era algo que me hacía sentir mejor... lo sé, eso sonó demasiado gay, pero, era mi único amigo... al menos debía apreciarlo ¿no?
-Le mentí- Se me escapo la confesión.
-¿Qué hiciste ahora?- Me pregunto poniéndose de espalda a las taquillas y quitándose mis manos de los hombros.
-... Debrah- Estúpidamente le contestaba con la verdad a cada pregunta... ¿¡Porque no pude decirle la verdad a Cassy desde un principio!?
-... Búscala, si no la buscas ahora, la perderás para siempre- Lysandro tenía razón, y... a decir verdad siempre tenía razón.
-¿Para qué?... Ella está muy bien con Nathaniel... Además, puedo buscarme a otra, no la necesito- Me estaba condenando con cada palabra que decía y hui de nuevo, algún día debía de ‘sentar cabeza’ y pensar en que lo que hacía estaba realmente mal. Me quede fumando en la azotea el resto de las clases, inhalando y exhalando el humo una y otra vez.

Baje las escaleras... IDIOTA. Ojala me hubiera quedado ahí arriba unos minutos más; baje y la encontré a medio pasillo con Debrah.

-ÉL es mi novio, niñita- La retaba Debrah.
-... Felicidades, que sean muy felices- Cassy apretó sus puños y supe que la conversación se tornaría de peligro si alguien no intervenía.
-Al fin lo aceptas- Se declaro victoriosa mi ex.
-Por supuesto ¿Por qué habría de no aceptarlo?
Si son el uno para el otro- En ese punto la conversación paso a ser insultiva de gran magnitud –El señor mentiroso y la puta de su novia ¿no?- Pero que linda se veía al insultar.
-¿Cómo me llamaste?- Debrah estaba muy molesta, podía vérsele a kilómetros.
-Y encima eres sorda, escúchalo bien… eres una PUTA- Hizo énfasis en esa última palabra y Debrah consiguió abofetearla.

-Perra- Le dijo Debrah al abofetearla.
-Ahora si te mueres, maldita puta- Cassy la jalo del pelo y comenzaron y jalarse del cabello hasta que... bueno, digamos que parecía una ‘pelea de camisetas mojadas’, esa nena pelirroja tenía un estilo único de pelear y la dejo igual que a Amber, con el tabique fracturado y la camiseta rasgada.
-Maldita zorra, esta me la pagas- Le dijo Debrah intentando cubrirse los pechos.
-Jajaja como digas- Cassy se reía muy divertida, Dios que ganas de darle una nalgada en ese cuerpo tallado por dioses olímpicos. Intente no quedar involucrado en la situación, pero, el destino tenía otros planes –Gatito, dile que estás conmigo, díselo- Cuando alguien tiene un revolver a la mano para dispararme, la mirada de Cassy paso de divertida a una de odio profundo.

-Dilo- Me ordeno la dueña de todos mis deseos, con su melena pelirroja y esos ojos grises que me seducían.
-Cassy... ¿Por qué la golpeaste?- Por favor, alguien asesíneme... AHORA.
-Y ¿Tu porque crees?- Dios, no pongas ese tonito de voz, que te deseo con toda el alma.
-Te pregunte algo- Maldición, se me hacía demasiado difícil poder hablarle o solo estaba idiotizado.
-Me abofeteo ¿Qué esperabas? ¿Qué tomaras el té o saliéramos de paseo?- Me respondió muy sarcástica. – Ahora tu responde ¿están juntos?- Me interrogaba.
-...- Debrah me interrumpió.
-Sí, si lo estamos, dile porque Gatito- Me dijo ella.
-Debrah es mejor... Debrah es mejor en la cama que tu- Ahora sí, mátenme. ¿¡PORQUE NO PUDE DECIR TU NOMBRE EN ESE MOMENTO!? ¿¡PORQUE DIJE ‘DEBRAH’ EN VEZ DE ‘CASSY’!? Y antes de poder asimilar yo mismo la situación, esa bofetada de su mano, eso me hizo caer en razón.
-Adiós- Frio como el hielo, pero, no la dejaría ir; le cogí la mano regresándola a mí, después de la gilipolles que había dicho.
-No te vayas- Idiota, eso era y con una patada en la ingle pues... digamos que así se deshizo de mi.
-Te odio... no vuelvas a buscarme- Escupió el piso y se fue corriendo. ¿Qué acababa de hacer?... Ahora si la había perdido... Ese fue el día mas gris de toda mi vida, no había nada que me levantara el ánimo, pero, mis ansias por ella no cesaban e hice algo de lo que aun me avergüenzo.

Debrah me sedujo en mi cuarto y... y caí, como tonto caí en sus redes, necesitaba complacer mis deseos sexuales y ella se dispuso a ser quien apagara las llamas que ardían dentro de mí. Pero, seguía sin estar satisfecho; aun después de hacérselo con ira y frustración, con la misma posición que le gustaba a mi amada niña rebelde. Me estaba enfermando al no tenerla, no tenia apetito, pero, moría por un beso suyo... llegue al punto que abuse sexualmente de Debrah, la golpee como si su vida no me importara.

-Por tu maldita culpa- Era lo que le decía cuando la golpeaba.
-Perdóname- Nunca en su vida me había dicho esa palabra, y fue esa pequeña palabra, ahogada en lágrimas la que me detuvo de casi matarla a azotes con mi cinturón.
-... Lo siento- Hui como un cobarde al baño dejándola golpeada en el cuarto. Salí a los minutos y me le acerque, ella me tenía miedo y estaba en su derecho –Perdóname, por favor no llames a la policía, por favor. Si quieres puedo tocarte una canción para que duermas- No deseaba ir a la cárcel y menos por maltrato domestico.
-E-está bien- Ella tartamudeaba, sus brazos tenían las marcas aun; yo estaba provocando todo, necesitaba irme lejos así al único que destruiría seria a mí mismo.
 
Narración en Tercera Persona
Cassy estaba sentada en la tapa del retrete mirando un pequeño objeto que estaba en la repisa.

-Cassy, ya paso el tiempo ¿Cuántas rayas tiene?- Le pregunta Rosa abriendo la puerta.
-... Dos...- Se le va la voz.
-Estas embarazada- Le dice Rosa tapándose la boca de inmediato.
-... No se lo digas a nadie, ni si quiera a él- Cassy la miro a los ojos al decirle esas palabras.
-Pero...- La pelirroja la interrumpió.
-He dicho que no... Él se fue con... con esa perra, y yo no lo necesito. Asumiré esto sola ¿entendido?- Cassy cometía un error, pero, ella no le buscaría... él tendría que dejar el orgullo de lado para buscarla.
-Lo entiendo, pero, aquí estoy. Soy tu amiga y te apoyare en todo ¿vale?- Le sujeto las manos y le dedico una sonrisa sincera.
-Vale...- Cassy también se mostraba igual de afectada que el pelirrojo, sus ojos habían perdido ese brillo natural que los caracterizaba. El uno necesitaba al otro, alguno de los dos debía buscarse... o se perderían para toda la eternidad... ¿Quién buscaría a quien?

Ojala les haya gustado
Saludillos
 


Y... no se olviden de comentar, su opinion es muy importante para mi ;3;

2 comentarios:

  1. waaaaaaa! pòrqué Debrah tiene que ser así?
    Castiel... ¿¡PORQUÉ MIENTES?!
    mdhcnakb me gustó y a la vez lo odio... ¿entiendes?
    bueno... momento! ¿Cassy está embarazada?vcbn

    ResponderEliminar
  2. JA JA, MUÉRETE DEBRHA.
    POR QUÉ HAS PARADO CAST, POR QUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE?!

    MIERDA....preñada, lo que nos faltaba. Esperemos que sean ambos quienes se busquen, porque sino......mal vamos.

    ResponderEliminar