REFLEJOS
Capitulo 11
Yo... yo te amo
Cassy caminaba como cada día por el pasillo del colegio,
aun ocultaba su vientre usando suéteres holgados.
-Cassy, no deberías venir así... corres riesgo- Le
advertía Rosa.
-No me pasara nada, solo debo cuidarme un poco- Le
contesto ella.
-Debes estar en tu casa descansando- Le insistía la
peliblanca.
-Muy aburrido, aquí al menos puedo burlarme de alguien-
Se sonrió con ella.
-Me preocupa que estés aquí, así...- Intentaba ocultar
el secreto de su amiga a toda costa.
-No me pasara nada... pero, apártate que se me sale el
desayuno- Se tapo la boca mientras se encaminaba al baño. Abrió la puerta y se
metió al ‘cubículo’ se arrodillo al inodoro y dejo salir todo –Estúpido Castiel
es todo culpa tuya- Decía, se puso de pie y se lavo la cara en el lavabo.
-Así que aquí estas, niñita- La ‘hermanita’ del delegado
la intercepto en el baño.
- No estoy de humor para juegos, lo que tengas que
decir, dilo rápido- Le respondió Cassy.
-Pues te tengo noticias, de aquí no te vas hasta que
hablemos- Sus amigas la sujetaron de los brazos impidiéndole irse –Te creías
muy lista metiéndotele a Castiel por los ojos ¿no?- Le dijo la rubia.
-No me creo, soy muy lista y te consta- Le respondió la
pelirroja.
-Estúpida- La abofeteo.
-Te salvas que no puedo destruirte la cara de bruja que
tienes, porque no puedo hacer esfuerzos físicos- Le contesto la rubia.
-Y ¿eso porque será?- Le pregunto la mimada muchacha a
la pelirroja.
-Digamos que Castiel tiene la culpa de ello- Le
respondió con una sonrisa la chica de melena rojiza.
-... ¿Qué dices? ¿Acaso estas...?- Le levanto el suéter
y se llevo una sorpresa al ver el vientre de la chica –Zorra- Le dio otra
bofetada.
...
-Quiero helado- Susurraba a la nada mientras se
acomodaba en el piso, sentada con la espalda a la pared. Se estaba sintiendo un
poco mareada, abrió su mochila y saco algo... ese algo la llevaría lejos.
-¿Qué piensas hacer?-Le pregunto Rosa al descubrirla.
-Irme del país, es obvio ¿no?- Le respondió irónica la
chica.
-No puedes irte... no es bueno para tu bebe- Le advertía la chica de cabellos
blancos.
-Ya estoy en el mes en donde puedo subir a un avión y lo haré, no me intentes detener- Le contesto Cassy apretando el pasaje para el
vuelo que tomaría esa tarde.
-No deberías ir... es muy peligroso- La mirada de Rosa
era la de una madre preocupada.
-Lo se... pero no quiero estará aquí cuando la fecha llegue, es mejor que me vaya ahora cuando aun puedo caminar sin desmayarme y no
después- Argumento la chica.
...
Las clases transcurrieron normales, Cassy salió del
colegio con serenidad dispuesta a ir por su maleta y tomar un taxi, ir al
aeropuerto y subirse al avión... dejando toda su vida en Francia como parte de
su pasado. Se subió al taxi y se acariciaba el vientre mirando la ventana.
-Increíble ¿no?... Hace 6 meses estábamos juntos y ahora
soy yo quien se marcha... fue un lindo tiempo, el que vivimos... que lastima
que decidiste acabarlo- Bajo la mirada –Pero, tengo algo tuyo aun... algo
nuestro- Sonrió pasando su mano por su vientre. Ella no se dejaba ver por él
desde ese día, no quería que él supiera de ella o de lo que en su vientre
estaba gestándose. Llego al aeropuerto y pago al conductor, saco la maleta y
comenzó a caminar un poco asustada por el lugar.
...
Las horas pasaron y era hora de abordar el avión, ella
seguía nostálgica aun, desvió su mirada a la entrada del aeropuerto, esperando
ver algún conocido... o a él, pero, no vio a nadie conocido. Suspiro y se
dispuso a ir a la fila de abordaje.
Narra Castiel
No la había visto desde la mañana en donde rompimos en
el pasillo, Debrah se había salido con la suya y se había ido... eso era de
esperarse; la loca novia del hermano de Lysandro me intercepto en el pasillo.
-Castiel, que bueno que te encuentro. ¿Has visto a
Cassy?- Me pregunto preocupada.
-No, no la veo desde que rompimos ¿Por qué lo
preguntas?- Le conteste.
-Tienes que ir al aeropuerto y evitar que se suba a ese
avión- Me repetía.
-Cálmate ¿vale?... ¿Por qué debo ir al aeropuerto?-
Indague.
-Se va a ir, se va de Francia- Me contesto.
-Ok... pero aun no entiendo porque no puede subirse al
avión- Le dije.
-No puede dejar que se vaya así... ella...- Tardaba en
hablar y me desesperaba.
-Joder, dilo de una vez- La sacudí de los hombros.
-Está embarazada de ti- Me soltó las palabras... jamás
creí que escucharía algo como eso, pero, lo escuche; me lleve las manos a la
cabeza y comencé a pensar en que hacer ahora, ¿A dónde iría? ¿Dónde la podría
encontrar? ¿Qué le diría?... No sabía las respuestas, pero, aun sentía lo mismo
que cuando estábamos juntos.
Antes de responder, me eché a correr al patio, me subí a
la moto poniéndome el casco y acelere a todo lo que pude, la necesitaba
encontrar, anhelaba verla... mientras manejaba de a poco me la imaginaba con su
pancita de pre-madre y sonreía como un bobo. No la había visto desde hacía 6
meses, y, ya la necesitaba.
Llegue al aeropuerto más cercano y me estacione, baje de
la moto y entre corriendo al lugar; la localice entre la gente al ir caminando
a la fila de abordaje. Su melena rojiza me hizo identificarla, corrí a la
recepción.
-¿Me permite el micrófono?- Le estaba suplicando a la
muchacha de ahí.
-No puedo- Me dijo.
-Por favor, si no le digo ahora al amor de mi vida que
la amo, ella se irá para siempre- Ok, estaba declarándomele a la recepcionista
en vez de a Cassy... al menos me sirvió de ensayo.
-Está bien- me lo cedió y casi salte de la emoción.
-...- Respire hondo para coger fuerzas y confesarle
delante de todos los presentes lo que sentía –Cassy Vallens, voltea- Fue lo
primero que dije y ella se giro, me busco con la mirada –Aquí, en la recepción-
No sabía porque, pero, me temblaba el cuerpo. Sus ojos se posaron en los míos y
eso me dio la fuerza necesaria para seguir hablando –Perdóname por todo lo que
te hice, perdóname todos los errores, todas las veces que te hice molestar-
Ella me veía con esa misma inocencia de siempre, su pancita... que bella se
veía así, la mujer que me hizo hombre, la que cambio todo lo que era por lo que
siempre fui, un niño asustado –Cassy...- Ella comenzó a caminar hasta mi –Yo...
Yo te amo- Por fin se lo pude decir, ella se paro frente a mí y me sonrió –No
te va...- No me dejo hablar cuando me jalo del cuello de la chaqueta para
besarme, deje el micrófono como pude en la recepción y la abrace a mi cuerpo.
Dios, deseaba un beso suyo desde esa mañana, lento y dulce como solo ella podía
besar; mis manos parecían intentar tocarle totalmente, se paseaban por su
espalda, no quería soltarla... ya parecíamos una película, todos nos veían,
pero, me valía un coño si les molestaba, yo estaba a gusto con mi princesa de
cuentos.
-¿Por qué esperaste tanto?- Me pregunto con inocencia.
-Fui un idiota, debí decírtelo ese día- Le respondí, ya
me había sacado el peso de decirle lo que sentía, ya podía hablarle con
completa sinceridad.
-No importa... ¿Quién te dijo?- Me pregunto curiosa.
-Rosalya...- Le conteste.
-Lo sabia... ella es la única que sabía que tú eres el
padre- Me miro a los ojos al decir esas últimas palabras.
-No te vas a ir ¿verdad?- Necesitaba que dijera que se
quedaba.
-No... Ya no hay razones de irme- Dejo el boleto en la
recepción –Dénselo a otra persona, ya yo tengo mi razón de quedarme justo aquí-
Me sonrió al decir eso.
-Bueno, ¿nos vamos?- La cogí de la mano entrelazando mis
dedos con ella, cuánto había deseado eso; caminaba lento por su vientre, y
honestamente me estaba provocando abrazarla por la espalda y acariciárselo.
...
La lleve a mi departamento y se quedo en la cama durante
horas, pedía muchas cosas y rechazaba otras también, pero, adoraba volver a su
lado; me senté detrás suyo, dejándola entre mis piernas y pase mis manos por su
vientre apoyando mi mentón en su hombro.
-¿Qué será?- Le pregunte.
-No se... me dicen que será un niño, pero, aun no se ve
bien en la ecografía- Me respondió con dulzura mirando su vientre.
-¿Qué nombre le pondrás?- Le pregunte de nuevo.
-Aun no me decido... pero, me gusta Chris- Contesto con
una sonrisa.
-Te extrañe- Le susurre al oído.
-Yo también te extrañe- Paso su mano por mi mejilla
guiando mi boca a la suya y me beso; dulce y tierno, pasando a lascivo e
incitante a ‘ya saben que’, pero, no deje que se me fuera de las manos el
asunto, no era seguro si ella estaba así de delicada... pero, después de que
naciera nuestro bebe, sueno tan cursi al decirlo, pero, qué más da. Después de
eso, si podíamos hacerlo y estaba planeando una sorpresa para ella, esa noche.
No sé cuanto paso, pero, ella dormía abrazada a mí, con
su cuerpo a medio cubrir, una camiseta que no le quedaba, dejándole el vientre
totalmente expuesto. No resistía y pasaba mis dedos por su piel, deje mi mano
en su vientre unos segundos y sentí un pequeño movimiento bajo su piel; ella se
acurruco mas a mí y sonrió adormilada. No sé cómo explicarlo, era de esas cosas
que no se pueden explicar con palabras, solo puedo decir que era agradable y
una sensación única aquellos movimientos suaves bajo su piel.
-Te amo- Le volví a decir, no sé si me escucho o no,
pero, se lo dije de nuevo.
Cuanto la amaba, cuanto deseaba protegerla, a ella y a
nuestro bebe... el fruto de tantas travesuras, de tantas escapadas de clases y
tantos momentos de locura en lo ancho y largo de mi departamento y el suyo.
Ojala les haya
gustado
¡Saludillos…!
Y... no se olviden de comentar, su opinión es muy importante para mi ;3;
Oooooooooooooooooomg, que bonito...no hay otra palabra, es hermoso.....ah, pues sí que había otra
ResponderEliminar...
Dios....ha sido hermoso, así, perfecto.
Me encanto que romantico
ResponderEliminarque tierno y romantico que se ha vuelto Castiel!
ResponderEliminarAwwwwww! no se que decir._.