jueves, 17 de julio de 2014

Los Ojos que Embrujan; Capitulo 3

LOS OJOS QUE EMBRUJAN

Capitulo 3
Cumpleaños de negro y una salida a la playa

Pase toda la noche sentada en mi cama observando la misma fotografía desgastada y agrietada de hacia tanto... no dormí ni un segundo y la voz de Marina, me hizo regresar al mundo real.

-Mi... Digo, Mark ¿No dormiste?- Me pregunto mientras se bajaba de la ‘litera’ superior.
-No... No tengo sueño- Fue lo único que le respondí.
-O... ye- Se detuvo al hablar.
-Hoy es el día... iré a dejarle su regalo- Me puse de pie en rumbo a la puerta, parecía un zombi, no había dormido nada y no tenía ni ánimos de seguir viviendo; mi cumpleaños se había convertido en el peor día de mi vida...

Baje a la cocina y bebí algo de agua, me lave la cara con el agua del ‘grifo’ del fregadero de la cocina.

-¿Necesitas que te acompañe?- Me pregunto mi única amiga, la mejor y a la única que le había contado lo que había sucedido para que mi cumpleaños fuera el día mas gris de toda mi existencia.
-No...- Parecía estar en modo: automático al llegar ese día.
-¿En serio no quieres?- Me insistió.
-Te dije que NO, esto lo haré sola...- Salí del departamento tambaleándome, con la billetera y mi ‘apariencia masculina’ la misma que había adoptado desde que el verdadero ‘Mark Kassius’ se fue... ya lo saben, ese no es mi nombre, pero, me gusta ser como él lo fue cuando estaba conmigo. Me pasee por la calle y llegue a una tienda de floristería, compre un bonito ramo de rosas... las rosas blancas que mas amaba o ame alguna vez. Camine un poco más, vagando sin sentido por la calle hasta adentrarme en el lugar donde estaba él... esperándome como cada año que cumplíamos año.

-Aquí estas... hermano- Le dije tan pronto lo vi... o su lapida para ser exactos. Me acerque lentamente hasta el lugar y me senté frente a esa ‘piedra’ con su nombre grabado. Deje las flores a su lado y paseaba mis dedos por la superficie.
-Anda, así que aquí estabas- Esa voz, la reconocí, pero, no deseaba voltearme..., me pase las manos por la cara a fin de secarme las lagrimas que siempre me contenía.
-Oye tío, sería mejor dejarlo solo ¿no crees?- Ese era otro de los chicos del colegio, pero, no recordaba su rostro.
-¿Solo? ¿En un cementerio?... pfff, es mejor llevárnoslo e irnos de putas todo el dia- Le proponía el pelirrojo a alguno de los que lo acompañaban.
-Ya rugiste... ♫♪Vámonos de Putas♪♫- Cantaba uno de ellos, quizás era ese surfista tatuado de ayer en la clase de educación física.
-Venga, no te dejaremos aquí si hay putas involucradas- Castiel me jalo del brazo y lo empuje.
-¡No quiero ir!- Estaba demasiado susceptible esa mañana.
-¿Qué coño te pasa?... Solo hago mi ‘buena acción’ del año para variar y tu respondes a los golpes- Él también se enfado y me aparto de su camino con un empujón -¿A quién visitas?...- Su rostro lo dijo todo... después de ver el nombre en la cripta, me miro y volvió a ver el nombre grabado... -¿Quién es Mark?- Me pregunto y enmudecí.
-...- No le podía sacar la mirada de encima.
-Responde, pequeño bastardo... Si hay dice ‘Mark Kassius’ ¿Quién carajos eres tú?- Me puso de pie y me sacudió de los hombros.
-¡Eso no te incumbe!- Lo patee y el rubio de los tatuajes me impidió irme de ahí –Suéltame de una maldita vez- Le exigía, pero, no me dejaría ir.
-Mira desgraciado, o me dices cómo te llamas o te lo saco a los golpes- Me estaba intentando intimidar y antes de que se atreviera a golpearme...

-Era su hermano gemelo- La voz de Marina me hizo buscarla con la mirada.
-¿Eh?...- Castiel me regreso la mirada y el surfista me soltó. Dirigí mi mirada a Marina de nuevo.
-Te odio- Fue lo que le dije antes de irme corriendo a toda prisa. Corrí al único lugar en donde sabía que estaba lejos de ella, el colegio. Era dia de clases y llegue tarde, entre al sitio y corrí a los vestidores para encerrarme e intentar calmarme; esos idiotas ya sabían que alguna vez tuve un hermano gemelo llamado ‘Mark Kassius’, que había muerto y que me hacía llamar como él. Mi corazón latía tan rápido que no dejaba a mi cerebro pensar con claridad.

...

En cuestión de minutos me había recompuesto totalmente, ni parecía que estaba afectado por lo que había pasado.

-Anda, se te ve feliz hoy ¿Por qué será?- Me pregunto Alexy a medio pasillo.
-Es nues... digo, mi cumpleaños- Fingí una sonrisa como cada dia –Por eso estoy feliz- Lo abrace y seguí mi camino, me lo tomaba tan bien..., no, yo era una hipócrita, que aparentaba estar bien cuando se derrumbaba a pedazos.
-Muy sonriente hoy ¿Ya te ligaste una chica?- Me preguntaron un par de chicos mas.
-No, es mi cumpleaños... adiós- Corrí feliz por las baldosas grises del pasillo, entre al aula, estaba vacía y cerrando la puerta la sonrisa se esfumo de mi. –Soledad... eres todo lo que quiero ahora- Camine errante hasta uno de los pupitres del fondo y conseguí esa libreta del olvidadizo chico victoriano, la cogí y comencé a hojearla un poco. Después de unos minutos oí la puerta abrirse y cerrarse en segundos; no me gire, seguí leyendo las paginas hasta que alguien me cubría los ojos.
-¿Me devuelves mi libreta?- Me susurro al odio.
-Toma- Se la di sin decir nada más, estaba un poco apática ese dia y me descubrió los ojos  sin apartarse de mí; bajo sus dedos por mi brazo hasta mi mano y comenzar a juguetear con mis dedos.
-¿Qué le inquieta?- Él se dio cuenta que algo me pasaba.
-El dia...- Le respondí.
-¿El dia? ¿Qué tiene el dia?
Para mí es un buen dia; mire el cielo- Me acerco a la ventana al caminar a ella mientras me sujetaba la mano.
-... Es nuestro cumpleaños- Sin darme cuenta se lo confesé.
-¿Nuestro? ¿Tiene una hermana o hermano gemelo?- Me pregunto con cierta curiosidad que denotaban sus ojos.
-... Tenía- Le solté la mano lentamente mientras daba un par de pasos atrás.
-... Espere, no se vaya...- Lo oí decir, pero, yo salí huyendo del aula, me escondí en el gimnasio, me contuve las lagrimas unos momentos, pero, fue inevitable y termine llorando escondida en un rincón. Me tape la cara con mis manos y me seque con las mangas de mi suéter, me logre recomponer y me lave la cara para salir con la capucha puesta.

Iba serena y sin cruzar palabras con nadie hasta que alguien me detuvo.

-Esto cuenta como una ‘buena acción’ ¿no?- Me dijo el pelirrojo, le cruce la mirada pero no le dije nada –Toma... feliz cumpleaños- Me dio una hoja de papel y se fue por el pasillo; la abrí y leí lo que decía.

-Te esperamos después de clase, en el gimnasio, así que no faltes, miserable- Termine de leer.
-Típico- Reí un poco, por primera vez con sinceridad.

La jornada de clases transcurrió rápido y salí al patio, camine tranquila y ya más relajada al gimnasio; no había nadie, eso era extraño, pero, no me detuve... entre a los vestidores y me mire al espejo, en segundos me taparon la boca un grupo de encapuchados y me sacaron ‘secuestrada’ de ahí.

-¿Quiénes son?- Pensaba mientras me llevaban con ellos y me metieron dentro de una camioneta negra, creí que estaba siendo secuestrada hasta que el conductor se saco la máscara y todos los demás.
-Jajaja que gracioso, debiste er tu cara jajaja- Se reía de mí.
-Maldito desgraciado, no era necesario raptarme ¿Lo sabes?- Le refute mientras se subían al vehículo y partíamos del colegio.
-Oye, bastardo... si no te hubieras puesto así cuando... cuando...- Estaba por decir la razón por la cual estaba así, y yo parecía estar a punto de pulverizarlo si hablaba.
-Cuando lo dejó su novia esta mañana- Alguien con cerebro, ese era el surfista quien me salvaba de que todo mundo supiera mi ‘secreto’.
-Anda ¿Tenias novia?- Me pregunto el gamer desde la parte de atrás del vehículo, corriendo el vidrio del ventanal trasero.
-Tenia... pero, no importa... ¡Soy libre y puedo irme de putas ahora!- Le conteste sonriendo hipócritamente como esa mañana.
-Vámonos de putas, desgraciados- Dijo el surfista sacando una botella... si, estaban locos, pero, me caían muy bien. Seguían conduciendo y yo comenzaba a quedarme dormida, pero, si me dormía entonces seria ‘presa fácil’ de las bromas de los chicos. Cerré mis ojos para intentar dejar de recordar su sonrisa y su risa que me contagiaba su alegría, sin darme cuenta mi mente me hizo recordarlo aun más.

Flashback
-Que débil eres, Mi- Me dijo dándome un toquecito en la frente.
-No lo soy, tu eres demasiado grande- Le desvié la mirada.
-Ven, te enseño- Me cogió de la mano y nos fuimos al sótano, nuestro escondite de travesuras... éramos niños, que mas podíamos hacer aparte de jugar. -¿Puedes guardarme un secreto?- Me pregunto acercándoseme.
-Aja ¿Qué es?- Le preguntaba con curiosidad.
-... No se lo cuentes a mama y papa... tengo novia- Me susurro como si fuéramos cómplices de un plan malévolo.
-¿En serio?... Que genial- Estaba emocionada por él.
-Se la presentare a mama y papa el dia de nuestro cumple nº 14- Me dijo sonriendo.
-Vale, yo no diré nada; será un secreto hasta ese dia, Mark- Sonreía feliz por mi hermano.
-Te quiero- Me abrazo... 3 días después llego nuestro cumpleaños y... el resto es historia.
Flashback

-Ya llegamos, despierta pedazo de idiota- Me sacudía el pelirrojo.
-Ya ya desperté- Esa no era forma de despertar a alguien -¿Dónde estamos?- Pregunte mientras me estrujaba los ojos.
-En la playa, ahora ve por una de esas chicas y hazte el dia- Me intentaron sacar la camiseta a la fuerza.
-¡Para!- Lo detuve.
-No vas a ir con todo y suéter a la orilla, al menos debes quitártelo- No sabía qué hacer y alguien me salvo la vida de nuevo.
-Si no le gusta puede usar un bañador de pecho ¿no crees?- Menciono el albino.
-Como desee el nene- Se burlo el pelirrojo y se saco la camiseta de encima, estos chicos estaban un poco locos o solo así lo veía yo.
-Póngaselo- El albino se inclino para darme el bañador, si hubiera podido lo hubiera jalado conmigo adentro de la camioneta para hacer algo divertido... piensen en pervertido cuando digo ‘divertido’ y lo incluyo a él.
-Gracias... ¿En dónde me puedo cambiar?- Le pregunte.
-Allá- Me indico me lugar con la mano. Me puse de pie y quedamos nariz con nariz, si, demasiado cerca –Tenga cuidado- Me dio un empujoncito con su dedo en la frente y caí sentada en el auto de nuevo mientras él se iba sacándose la ropa de encima; me dispuse y me cambie en donde me dijo. Salí con mis bermudas y zapatos con el suéter en mano, aquel bañador me cubría el pecho entero y par de los brazos, era cómodo y como no tengo ‘pechonalidad’ pues no había problema alguno.

-Bonito peinado, niño nuevo- Una chica se me acerco y me sentí de lo peor; parecía una lesbiana seduciéndome, pero, eso era porque ahora era un chico y todos me veían como tal.
-Lo siento, debo irme- La evadí antes de que las cosas se pusieran peor.
-Llegando y ligando, si que tienes talento- Me codeo el surfista con una sonrisa.
-No vine a eso... es más, vamos al agua- Les insistía.
-A eso vinimos, no sería agradable la visita si no llegamos a mojarnos un poco- Lysandro perdía su cortesía o solo estaba retándome.
-Entrémosle- Comencé a jalarlo del brazo.
-Espera, no quiero mojar mi camisa- Me dijo y lo solté; se la desbotono y la dejo en una de las toallas que habían traído los chicos. Oh my God, ese tatuaje me estaba derritiendo por dentro y por fuera.
-¿Te gusta?- Me susurro Alexy al oído.
-N-no, para nada, soy 100% heterosexual, es que nunca había visto un tatuaje como ese- Me excuse, pero, él no se lo creyó.
-Así dije la primera vez y ahora mírame- Se burlo y me cogió del brazo –Al agua- Me llevo con él hasta meterme a la playa.
-Espérenme- El surfista, ósea, Dake... fue por su tabla sacándose el collar del cuello y metiéndose al agua. Todos estaban pasando un buen rato, pero, faltaba el albino; le localice con la vista y fui tras él. Camine toda mojada, pero, con una sonrisa.
-Oye ¿Por qué no vienes?- Le pregunte bajándole la libreta.
-Estoy un poco ocupado ahora- Me respondió serio.
-Estas muy susceptible- Le conteste frunciendo el ceño un poco y me dispuse a volver con los demás, pero, en eso me cogió del brazo y me llevo a rastras consigo –Oye, suéltame ¿A dónde me llevas?- Le preguntaba, pero, él no decía nada –Oye, te estoy hablando, dame una...- Ya estaba encerrada en una especie de baño portátil o que se yo, me tenia contra la pared y sin dudar me comenzó a besar. Lento y suave, pero, tenía un sabor levemente insípido... perdía el gusto por sus besos y lo separe de mi.

-No sigas- Mis lagrimas gritaban por huir de mi, pero, no quería que me viera así.
-No llores- Me abrazo; quede entre sus brazos con mi rostro en su pecho y pase mis manos por su espalda para abrazarlo con fuerza.
-Yo no quería... no quería dejar caer esa pelota, lo siento... yo lo provoque- No sabía porque decía todas esas cosas, pero, esa era la razón por la que no tenía a mi hermano conmigo, una jodida pelota que se me cayo y rodo bajo el asiento de papa y quedo debajo de uno de los pedales. Nunca me había sentido tan segura, pero, aquel abrazo me hizo sentir mejor. Aunque estaba asustada por si alguien nos veía así, aun con todo me quede abrazándolo solamente. Pero, me restaba algo más que hacer ese dia... lo último era darle un regalo a mi hermano, si no se lo daba me sentiría aun peor de lo que sucedió...

Ojala les haya gustado

Saludillos

Y... no se olviden de comentar, su opinión es muy importante para mi ;3;

La imagen del capitulo...!
Lysandro en la playa... (Otro día pondré de los demás... y una especial de nuestra prota...!)
(Créditos a su autora)

2 comentarios:

  1. Grr. Éste albino es todo un pervertido.

    ¿Que pasaría si Mark tuviera que ligar con una chica porque uno de los chicos lo reta?

    e.é

    ¡Muy bonito! ^^

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    Respuestas
    1. Shi... es todo un pillo jajajaja
      Pos... pos seria muy divertido... solo imaginarlo me da risa jajajaja
      Gracias, saludillos

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