miércoles, 16 de julio de 2014

Los Ojos que Embrujan; Capitulo 2

Los Ojos que Embrujan
 
Capitulo 2
No cuentes mi secreto

Llegue y me encerré en mi cuarto, tenía la respiración agitada y mi corazón retumbando en mi pecho; saque mi móvil y llame a mi amiga, necesitaba hablar con alguien... y rápido.

Ella llego y encerradas en mi cuarto le conté todo.

-Ves, te lo dije, tendrías tu harem- Alguien debía matar a mi amiga.
-Calla, no quiero ir a ese colegio de nuevo- La regañe.
-... ¿Cómo besa?- Me pregunto la muy pervertida.
-... Dios mío, es increíble... pero, es un chico y ya lo sabe, ya lo sabe- Le repetía.
-¿Ya sabe qué?- Me pregunto.
-Que soy una chica- Le respondí.
-¿Cómo lo supo?- Me interrogaba.
-Pos... me había puesto contra las taquillas, me metió la mano bajo la remera, después la bajo y... ahí fue cuando se entero- Le confesé.
-Maldita desgraciada con suerte- Se molesto mi amiga porque a ella no le han pasado cosas así. El día transcurrió, debía de ir de nuevo al colegio aun cuando no quería; llegue, pero, me quede encerrada en los vestuarios del gimnasio.

-Bien clase, pónganse el uniforme deportivo- Oí la voz de alguien y en minutos habían más de veinte chicos entrando al lugar y comenzaron a cambiarse, baje la mirada para evitar la incomodidad.
-Oye Lysandro, pásame la camiseta- Ese era el pelirrojo.
-Un ‘por favor’ jamás esta de mas- Le respondió el albino, ese que me había arrebatado la farsa que estaba haciendo el día anterior.
-Anda, la niñita se queda aquí para saltarse las clases- Se burlo el pelirrojo de mi.
-Castiel...- Lysandro le detuvo de seguir los insultos –No creo que deberías usar ese vocabulario en el colegio- Le dijo.
-Yo hablo como se me pega la gana- Le contesto el pelirrojo.
-Solo lo digo para que no te sancionen de nuevo- Le dijo lanzándole la camiseta que le había pedido; se saco la suya lentamente. Estaba a punto de desmayarme al ver ese torso tan bien definido; baje la mirada de nuevo mientras jugaba con las agujetas de mis zapatillas.
-Como digas- El albino era demasiado paciente; los jóvenes salieron del vestidor dejándonos solos –No tardes, lentito- Le dijo Castiel al albino mientras salía; el de ojos bicolores se acerco a la puerta y parecía que se iría, me quede tranquila y sonó la puerta. Respire tranquila, pero, al subir la mirada lo tenía tan de cerca como el día anterior. Acerco su rostro e hizo lo mismo, me rozo los labios con los suyos y lentamente comenzó a besarme. Se me hacía imposible detenerlo, una de sus manos se paseo por mi muslo hasta llegar a mi entrepierna; comenzó a tocarme y trataba de no decir nada... si alguien abría esa puerta, seria la escena más graciosa de toda mi vida. Soltando mis labios, se acerco a mi cuello y comenzó a besarlo.

-¿Qué hace en un colegio de chicos?- Me pregunto.
-Y-yo... ah- En ese momento me callo al besarme, su mano regreso a mi pierna.
-¿Qué hace en un colegio de chicos?- Me pregunto de nuevo.
-Me registre por accidente... ¿se lo dirás a alguien?- Necesitaba saber si iba a difundir esa información.
-No... Jamás lo haría, pero, prométame que tendrá cuidado aquí- Me decía con esa dulce y refinada voz.
-Por supuesto que tendré cuidado- Diciendo esto la puerta se abrió y como un rayo se puso de pie cerrando su taquilla. Wow, él sorprendía en su forma de disimular lo que pasaba.
-¿Por qué tardaste tanto?- El pelirrojo alzo una ceja.
-Mi taquilla no cerraba, ya sabes que no me agrada dejarla a medio cerrar- Se excuso el albino.
-Ok... Apúrate porque si no, nos anularan la evaluación de hoy y honestamente no tengo ganas de repetir el año- Le dijo el pelirrojo.
-Deberías irte a tus clases, Mark- El albino me hablo.
-Oh, claro... maldición ya empezó mi clase- Salí rápidamente del lugar a toda prisa y me dirigí al baño como primera parada, me metí y pensé un poco sobre lo que acababa de pasar.

Camine con prisa luego al salón, no podía empezar mal aquel año. Mi mente daba vueltas y creía que perdería el equilibrio en cualquier segundo. Necesitaba huir, alejarme de todo.

...

Sentada en el aula de música, pensando miles de cosas y en un segundo la puerta se abrió.

-Oye... no, espera, ¿Qué haces?- Le decía mientras me cogía de la mano y me metía al armario con él.
-Shhh... No diga nada, no diga nada señorita... ni una palabra, se lo imploro- Me susurro... esperen, me dijo señorita... ¡ME DIJO SEÑORITA!, me hablaba así porque sabía que yo era una chica
 -¿Qué está pasando?- Le susurre.
-Shhh no diga nada- Me tapo la boca con una mano; estábamos tan de cerca que sentía su corazón latir y la temperatura comenzó a aumentar, una de sus manos se paseo hasta estar tras mi espalda y de esa forma acerco mi cadera a la suya. Dios, su cuerpo ardía, comenzó a jadear cuando besaba mi cuello; aun me tapaba la boca y yo, yo trataba de mantener el control.
-Sigue, por favor no pares- Pensaba; era una locura lo que estaba haciendo, pero, no podía negármele a él. Apenas lo conocía, pero, no podía resistírmele; con dificultad comenzó a desabrocharme los bermudas que llevaba ese día y le puse una mano en el pecho echando mi cabeza para atrás, apreté mis piernas y descubrió mi boca para besarla. Lento y suave como el día anterior, con sus manos que no se quedaban quietas, me bajo las bragas con todo y bermudas; un escalofrió me recorrió el cuerpo entero, porque, ya sabía lo siguiente que pasaría, pero... no podía detenerlo –Se gentil- Estábamos sellando nuestro destino al cruzar aquella línea y por si fuera poco alguien entro al aula –A-alguien esta...- Le susurre y se detuvo; aun sujetaba mi ropa y me la subió lentamente.
-Shhh no haga ruido- Me susurro al oído y me aferre a su cuerpo, su aroma era algo sin igual, su piel era muy suave y su cuerpo era muy cálido.

...

Sentada en la alfombra, con su cabeza en mis muslos, jugueteando con su cabello. Sí, me había pedido la dirección y paso mucho antes de que descansara en mis piernas. Bueno, cuando llego... lo primero que sucedió fue que me arrincono contra el sofá y comenzó a besarme, me giro dejándome de espaldas a él. Con una de sus manos en mi vientre y la otra en el reposador del sofá para poder apoyarse, yo estaba de rodillas en el sofá, de espaldas a él y jugando con su cabello mientras me besaba. Lentamente me comenzó a bajar el short que tenia puesto junto a mi ropa interior, no me percate de lo que hacía, porque, estaba hechizada con lo que su boca hacía sentir a mi cuerpo cuando besaba a la mía. Con un juego de lenguas que terminaría en lujuria desenfrenada. Cuando los segundos se detuvieron y se disponía a quitarme lo único que aún conservaba... mi virginidad. En ese momento le detuve.

Eso fue lo que paso; en un momento abrió sus ojos y me miro.

-¿No vive con su familia?- Me pregunto.
-No... pero, mi mejor amiga suele quedarse aquí algunas veces- Le respondí sin sacar mi mirada de sus ojos.
-Entiendo- Cerro sus ojos de nuevo mientras yo jugaba con su cabello. Cuando todo parecía perfecto, la puerta sonó y recordé que había invitado a uno de mis compañeros a la casa; sentí que todo se me iría abajo.
-Demonios, olvide que venía a jugar a los video juegos- Fue lo primero que dije.
-¿Quién viene?- No sé si estaba celoso o estaba tan nervioso por la situación como yo.
-Uno de los chicos del cole, quedamos en jugar al ‘Need for Speed’ después de las 4pm- Le conteste mientras me ponía de pie, él ya se había sentado y cogió su chaqueta para salir de mi cuarto e irse a la cocina, a disimular que solo bebía agua mientras... pues digamos que no teníamos buenas excusas en ese momento. Baje y abrí la puerta, un chico de cabello azul se me lanzo encima, literalmente; me tumbo al piso con todo y su mochila.

-Alexy, no te lances sobre mis amigos, por favor- Su hermano se notaba muy exasperado.
-Lo siento, ven te ayudo- El peli azul se levanto y me ayudo a ponerme de pie, pero, no me soltaba la mano.
-Mi mano ¿me la devuelves?- Le pregunte mirándolo a los ojos.
-Acostúmbrate, le gustan como tu- Me dijo el de cabellos negros mientras pasaba a la sala.
-Estás diciendo que... suéltame- Me aleje lentamente de él, lo que menos necesitaba era un chico homo de cerca, pero, eso sonaba un poco divertido... podía ver hasta donde llegaban los celos de Lysandro, y si en realidad eran celos.

Ya en la sala, Lysandro estaba en la cocina con su mirada fulminante sobre el de cabello azul quien no se me apartaba ni un segundo.

-Eres muy lento en el x-box ¿lo sabías?- Me molestaba el ‘gamer’ mientras me vencía en cada juego que probábamos.
-Te dije que era un novato aun- Me defendí.
-Que aburrido estoy- El de cabellos azules, ósea, Alexy... hizo un pucherito, eso me toco la ternura.
-Awww que mono- Le dije apretándole las mejillas, no lo sabía, pero, eso lo hizo sonrojar muchísimo.
-N-no soy m-mono, su-suéltame o te muerdo- Era un ternura haciéndose el rudo, ya que no le salía para nada.
-Eres demasiado mono- Me eché a correr al soltar esa palabras, dejando el mando en el sofá mientras Alexy me perseguía; parecíamos dos niños.
-Deja de decirme así- Me arrincono en el cuarto de lavado.
-No, porque tú eres una monada...- Iba a seguir hablando, pero, me puso una mano en el pecho, se me helo la piel al ver como se le sonrojaban las mejillas.
-No me digas así... paleta de helado- Genial, un chico gay me dice que no tengo pecho –Así solo me puede decir mi madre- Me dijo bajando la mirada –Que mal gusto para vestir y que poco ejercicio haces, con razón vistes así de holgado- Uff... solo se refería a que no tenia músculos... ok, era aceptable.
-Tu mano no debería seguir en mi pecho ¿lo sabes?- Le dije intentando separarlo de mi.
-Es cálido- Se me acerco y poso su oído en mi pecho -¿Estás asustado?- Me pregunto.
-No, pero podrías alejarte... no tengo esa inclinación ¿sabes?- Necesitaba alejarlo de mi antes de que esto se tornara peor.
-No me importa, eres como una almohada térmica- Me abrazo imitando un tono infantil al hablar.
-Por favor, suéltame, estas demasiado cerca- Lo empuje –Déjame salir ¿quieres?- Necesitaba ser lo más ‘varonil’ posible o esto acabaría muy mal.
-Vale... solo jugaba contigo tontito, no te preocupes... ya hay alguien que me gusta- Sus ojos brillaban cuando decía esas últimas palabras.
-Que bien por ti- Salí y me dio una nalgada.
-Pero, no voy a dejar de molestarte- Estuve a punto de partirle la cara, pero, me contuve con lo que dijo.
-Anda, no me toques- Le di un empujón para reafirmarme como ‘varón’ normal, pero, me dio otra nalgada cuando entre a la sala de nuevo –Carajo, no me toques- Lo volví a empujar y esta vez me jalo de la muñeca haciéndome caer sobre él en el sillón.
-Jajaja eres muy gracioso cuando te enojas Jajaja- Le divertía hacérmelo pasar muy mal y me pare con rapidez.
-Regla n° 1, no me toques. Regla n° 2, no soy como lo eres tú, no me toques- eso me estaba afectando.
-No va ceder, Mark. Debes aceptarlo así como es, ya lo acepte yo, que más te toca- Me dijo el ‘gamer’.
-Gracias por el apoyo- Me moleste con el ‘gamer’, quien se llamaba Armin y Alexy rio viéndome molesta, aunque, para él yo estaba MOLESTO. Me recosté de la pared mientras veía a esos dos comenzar a pelearse por quien vencía a quien en el video juego; no pude resistir y me uní a la diversión molestándoles a ambos. No sé a dónde se había ido Lysandro, pero, no me importaba mucho en ese momento, ¿Qué podía estar haciendo?... cosas de chicos ¿no?

Ojala les haya gustado
Saludillos
 

Y... no se olviden de comentar, su opinion es muy importante para mi ;3;
 
 
PD: No se mucho de video juegos, perdonen si algun dato no concuerda bien... y, disculpen esa ¿vale?... Para la proxima me informare mejor...

4 comentarios: