REFLEJOS
Capitulo 6
Dulce Veneno
-¿Cómo va tu brazo?- Le pregunto Cassy al pelirrojo
sentado en la camilla.
-Ese tío dijo que necesitaba dos semanas mas- Le respondió
un tano molesto.
-Anda, no pongas carita de cachorrito- Ella hincho sus
cachetes como una niña pequeña.
-Oye ¿no has ido a clases?- Le pregunto Castiel a la vez
que le apretaba los cachetes.
-¿Clases? No gracias, no quiero morir de aburrimiento-
Le contesto Cassy mientras se ponía de pie.
...
Narra Castiel
Una mañana mas, un dia menos en ese odioso hospital,
ansiaba el poder salir de ahí lo más rápido posible, así fuese corriendo. De nuevo debía de tomarme la molesta medicina; lo único agradable
de estar ahí internado, era la hora de la visita, esa hora en donde ella
cruzaba la puerta con sus ojos grises y ese brillo encantador.
Cada segundo con ella allí era mejor que cualquier cosa
en este mundo; entrelazar mis dedos con ella, en donde las palabras sobran,
solo miradas que precedía a las caricias y a los besos que despertaban mis
deseos por su cuerpo, por ella, por poseerla. Quedarme por siempre a su lado,
acariciar su cabello mientras descansa n mi pecho. Sentir su respirar en mi
piel erizando cada vello de mi cuerpo con cada exhalación suya.
Jugando con sus dedos y ella con los míos, en pleno
silencio; sintiendo al otro sin decir palabra alguna. Momentos como esos son
aquellos que me hacen perdonarle cada rabieta que coge e contra mía; si tan
solo tuviera el valor de decirle todo lo que siento, confesarle que mas allá de
la intimidad que disfrutábamos juntos, había algo mas, era ese algo el que me
hacia buscarle todos los días y sacarle una sonrisa. Pero... ya una vez me había
hecho el valiente y dije todo lo que dentro de mi estaba guardado y ¿de qué sirvió?...
de nada, ella me dejo por el manager que se había conseguido para sacar su CD;
esos ojos azulados que siempre me mintieron al hablarme, esa sonrisa por la
cual caí en su trampa. Ella, ahora mi ex y mi pasado, una sombra en mis
recuerdos.
-Te quiero- La oí susurrar con un delicado hilo de su
voz.
-¿Qué dijiste?- Quería escucharla pronunciar esas dos
palabras de nuevo.
-...- Guardo silencio y bostezo. La sentía tan indefensa
e inocente que... comencé a sentir como mi ‘zona prohibida’ empezaba a arder
por ella, cuando se acomodo sobre mí. Casi podía poseerla de no ser por la ropa
que vestíamos; pase mi mano bajo su rostro levantando su barbilla.
-Te deseo- Le susurre con toda la lascivia que estaba
sintiendo.
-Házmelo... aquí y por horas- Me susurro con esa
inocencia picara que me enloquecía; acerque mi rostro al suyo probando ese
dulce veneno de sus labios en los míos, como me devoraba con el mismo deseo con
el cual le sacaba la remera de encima, pase mi mano por su espalda soltando los
broches de su brassier, con un delicado roce lo deje caer al suelo.
Entrelazando mis dedos con ella, mi musa, a quien amaba más
que a mi vida, la única que podía hacerme sentir vivo con solo una mirada de
esos ojos, esos que me atraparon desde el primer segundo cuando vagamente desvié
mis ojos al lado opuesto de la ventana. Ahí estaba ella; con su melena rojiza
que la distingue al resto; alguna vez pensé en usarla como un juguete, buscarla
solo cuando necesitara desahogarme y soltarla como un niño deja ir su globo, en
donde el viento se lo arrebata y lo aleja de él... no lo cogerá de nuevo... es
gracioso, cuando creía que jugaba con ella, fui yo el que termino en jaque mate
cuando su mano se marco en mi mejilla. No había un botón de reinicio para mí o
un momento de rebobinar, estaba hecho, la había dejado ir...
Pero, no les contare eso aun, sino les arruinaría esta
lectura. La disfrutaba al máximo, escucharla, sentirla, tocarle;
su sola presencia era mágica para mí.
Narración en
tercera persona
Cassy llego a su departamento estacionando su moto y asegurándola
a la verja de la entrada, cerró la puerta principal y dirigió al baño para
darse una ducha, se desvistió y abrió la manija dejando el agua humedecerle el
cuerpo. Se quedo unos minutos en silencio bajo el agua fría, con sus ojos
cerrados y comenzó a recordar lo que había pasado en la habitación hospitalaria
de Castiel; esa sonrisa picara se le marco en el rostro.
-Has mejorado, lobito- Susurro recordando los segundos
eternos congelados en el tiempo, mientras estaban juntos.
Ojala les haya
gustado
Saludillos…
PD: Perdonen,
estoy por salir y no me da para poner lo pervert, pero, en el siguiente capitulo
habrá doble ración de cosetas malas de este par de pelirrojos con sobre dosis
de hormonas; con una sorpresa y lo que sucedio en la habitacion hospitalaria de Castiel...
Y... no se olviden de comentar, su opinion es
muy importante para mi ;3;
Wiiiiiiii mas te vale darne pronto el siguiente capi, porque te juro que si no tengo mi ración perver al día MATO GENTE.
ResponderEliminarBueno, muy bue o el capi.
Nos vemo.
Jajajaja tranquila, la tendras ysera DOBLE RACION de cosetas malas jajaja
EliminarMe alegra que te gustara
Saludillos
me enanto esta genial (yo me quiero saltar las clases)
ResponderEliminarGracias...
EliminarYa yo fui una rebelde y me salte las clases de una semana COMPLETA jajajaja
Saludos
XD no tuviste tiempo para la ración Pervert? oka, te lo perdono, pero como dijeron más arriba, yo mato cuando no la tengo, asique si mañana u hoy ves en el informativo, que hubieron muchos asesinatos, eres la culpable^^
ResponderEliminarBueno, me a encantado, aunque corto, está muy lindo, asi que nada, espero el siguiente!