sábado, 26 de julio de 2014

Los Ojos que Embrujan; Capitulo 6

LOS OJOS QUE EMBRUJAN

Capitulo 6
Mi Enfermero Personal

Las clases transcurrían normales y yo no paraba de ‘chatear’ vía sms con Rei, uno a uno se me iban los minutos.

-¿Me prestas los apuntes de Matemáticas?- Me pregunto uno de los chicos.
-Vale...- No sacaba mi mirada de la pantalla de mi celular ni un segundo.
-¿Dónde están?- Me pregunto de nuevo.
-Segundo bolsillo- Seguí ‘chateando’ con Rei. Las horas pasaban y yo seguía mi conversación vía ‘sms’ con mi chico. Se me veía sonreír una y otra vez, Alexy se dio cuenta y se me acerco.

-Es él ¿verdad?- Me susurro al oído.
-Tú sabes- Le dije mientras me alejaba del grupo –Nos vemos luego chicos, voy a dar una vuelta- Los salude de lejos mientras corría a Rei quien estaba sentado en la moto esperándome.
-Tardaste mucho- Me dijo dándome el casco.
-No digas eso- Trataba de ser lo más varonil posible, aun estábamos en territorio escolar.
-¿Nos vamos?- Me pregunto poniéndose su casco.
-Vamos entonces- Me subí detrás suyo y me sostuve del ‘parrillero’, no podían verme abrazarlo si ambos éramos chicos. Puse mi mirada en Lysandro y esa mirada tan seria se estaba clavando sobre Rei, casi podía despedazarlo con los ojos, disimule cuando Rei encendió su moto y partimos; dos cuadras más tarde ya lo estaba abrazando. Condujo unos minutos más que parecían no terminar nunca; se estaciono en su casa.
-Ya llegamos, entremos primero aquí antes de presentarte a mis amigos ¿vale?- Se notaba un poco incomodo. Pase y justo en la sala de estar me cogió la mano haciéndome volver a estar cerca suyo -¿Puedo pedirte un favor?- Me miro a los ojos al hacerme esa pregunta.
-Por supuesto- Estaba embobada con sus ojos azules.
-Quisiera que vistas como una chica cuando estamos juntos, porque... sentía que estaba con un muchacho anoche y fue algo raro- Eso era lo que le incomodaba.
-Podría, pero... no quiero, no quiero recordar lo que paso, no de nuevo- Él debía entender porque vestía así.
-Vale, no pasa nada... me acostumbrare entonces- Me contesto sosteniéndome el rostro entre sus manos –Te quiero- Se me acerco, yo... yo enmudecí, siempre callaba al tenerlo así de cerca -¿Recuerdas nuestro primer beso?- Me beso la punta de la nariz y mi rostro comenzó a arder, aunque no podía decirle nada, mis ojos hablaban por mi –Repitámoslo- Acerco sus labios a los míos y les tomo en posesión, cerré mis ojos y le correspondí; lento y suave como la primera vez, dulce y cargado de deseo como ese primer instante en donde me dijo que le gustaba. Recordé tantos momentos lindos, momentos en donde el recuerdo de mi hermano intervino y mis lágrimas no pidieron permiso en aparecerse, recorrieron mis mejillas y mojaron sus dedos que me acariciaban dulcemente, lentamente separo sus labios de los míos –No llores, por favor- Comenzó a secar mis lagrimas con esa ternura que era propia de él, cuanto amaba a ese chico -¿Por qué lloras?- Me pregunto mientras calmaba mi tristeza.
-Mi hermano...- No podía decir nada más que ese par de palabras.
-Mírame- Me guio la vista a sus ojos, ese par de hermosos ojos azules que me seducían –No voy a dejarte sola, jamás voy a dejarte; no llores mas, recuerda que él nunca quiso que llorases- Me dio un beso para luego abrazarme, le correspondí mientras ocultaba mi rostro en su pecho; quería controlar mis lagrimas, pero, no podía. No sé por qué, pero, me cargo y antes de poder pedirle que me bajara, me dejo en su cama sin dejar de abrazarme; nos quedamos así unos largos minutos hasta que logre mantener la calma –Ya, no llores, no me gusta que te entristezcas- Me dio otro beso, Dios, ya quería que me quitase la ropa e hiciéramos lo mismo de la noche anterior.
-Va-vale- Tartamudeaba cuando estaba nerviosa y honestamente, tenerlo así me subía los nervios al máximo.
-Qué bonita eres- Eso me hizo sonreír. –Como me encanta cuando sonríes, me haces tan feliz con solo verte- Me beso, mas y mas intenso y... no sé en qué momento paso, pero, ya estábamos a mitad de ‘ya saben que’, sobre su cama. La puerta sonó y me tapo la boca, como yo estaba estilo ‘cachorrita’ sobre su cama y él sobre mi cuerpo, se le hizo muy fácil taparme la boca –No hagas ruido- Escuchar su voz cargada de lujuria en mi oído era demasiado para mí; su otra mano se poso en la mía y cruzo sus dedos con los míos, yo apretaba sus sabanas resistiendo a no hacer ruido cuando se movía dentro de mí. -¿No te duele?- Me pregunto evitando hacer ruido, sus hormonas tan descontroladas como las mías.
-...- Negué con la cabeza, no quería acabar ese momento con él, no quería que terminara. Se recostó de mi espalda y pasaba su mano por mi vientre; sus caricias sin igual, en mi piel como ninguno. Nadie me hacía sentir así, solo él. Tantas sensaciones mágicas que hacia despertar en mi, su piel era única, sus besos como nunca y todo él era perfecto. Lentamente comencé a sentir algo húmedo dentro de mí y me tapo la boca con más fuerza, casi estaba por gritar en un frenesí de hormonas. Mas apretaba las sabanas, mas susurros dulces a mi oído, cuanto lo amaba.

...

5:35pm
Estaba en mi cuarto de la residencia y no paraba de pensar en Rei, en cómo me había hecho sentir, en todo, en cuando casi entraron a su cuarto y nos encontraron a mitad de ‘ya saben qué’.

La puerta se abrió y me asome en la barandilla, el albino entraba al cuarto.

-Hola Lysandro- Le salude con una sonrisa, como siempre.
-Oh... hola Mark- Me respondió sin mucho interés.
-¿Estas molesto?- Estúpidamente le pregunte y me miro frunciendo levemente el ceño antes de irse a la ducha –Uy, que susceptible- Baje las escaleras para irme a ver a Alexy. Salí del cuarto un poco indecisa, camine por el pasillo y abrí la puerta del cuarto de Alexy y Armin.
-Únete al juego Mark- Alexy me jalo del brazo y me dio un mando.
-¿Juegas a los juegos de shooter?- Me pregunto Armin mientras equipaba a su jugador.
-Un poco- Respondí insegura.
-No importa, serás parte del equipo- Me abrazo Alexy emocionado.


De nuevo estaba en mi cama pensando en que cosas habían pasado durante el dia, Lysandro estaba abajo escribiendo o eso creo que hacía. Me quite los cascos para ver si aun estaba en la habitación.

-¿Todavía estas aquí?- Le pregunte sin moverme de la cama.
-...- No me respondió.
-Oye ¿Estás aquí?- Le pregunte de nuevo.
-...- Sin respuestas, me harte y salí de mi cama, baje las escaleras mi para mi sorpresa no estaba en la habitación. Revisé el lugar pero él no estaba ahí, salí del cuarto para saber en donde se encontraba. Camine por el pasillo hasta que una voz me saco de mi búsqueda.
-¡Mark debes venir conmigo!- Me gire y Alexy me cogió el brazo llevándome consigo al patio del colegio.
-¿De qué hablas?- Le pregunte y antes de que me diera la respuesta vi a quien buscaba, con la misma ‘Loli’ del otro dia.
-Oh... esto no estaba así... hace... un momento- Decía entre cortadamente Alexy, sentí su mirada sobre mí, pero, no podía gesticular una palabra... lo que veía no era algo que esperaba ver. Me gire dispuesta a irme -¿Estás bien?- Me pregunto Alexy.
-Si... estoy bien- Ni sabia con exactitud como me sentía, me dispuse a caminar, pero, termine corriendo y saliendo del colegio; corrí por la acera buscando la forma de alejarme del instituto a como diera lugar. No había una razón lógica de que hubiera hecho lo que hizo, no era su ética, no era de él jugar así, de Castiel podía esperarse, pero, no de Lysandro... ese no era él, eran sus celos. Seguí corriendo hasta que me detuve en el mismo bar donde me había llevado Rei, mire la puerta y después de pensarlo mucho decidí abrirla; todos ahí me vieron un poco ‘raro’, me sentí incomoda con cada paso que daba.

-¿Qué haces aquí?- Me pregunto uno de los que estaban en la barra.
-... B-busco a alguien- Mátenme, esa es la respuesta más idiota del mundo.
-Y ese alguien es Rei ¿verdad, niño?- Me respondió el mismo muchacho de la barra.
-...- Asentí con la cabeza; aquel ambiente era un poco aterrador.
-Si lo buscas, aquí no lo encontraras... además ¿No eres tu su amigo?, ese que tiene una hermana gemela- Bien, este se había tragado el cuento de que era un chico.
-Aja, ¿Por qué lo preguntas?- Creo que no debí de responder tan ‘Castiel’ en ese momento.
-Pregunto lo que quiero y tu respondes ¿entendido?- Me intentaba intimidar, pero, mi hermano jamás se dejaba intimidar así que estúpidamente decidí responder.
-Tú no eres quien para decirme que...-Sí, de un puñetazo en la nariz me tumbo al piso, eso no lo vi venir y me desoriento por completo.
-Así aprenderás a respetar, niñito- Se burlo de mí y escupió al piso, me contuve el dolor y me puse de pie.
-A eso le llamas golpear, idiota- Use el mismo tono burlón de Castiel y esa mirada ‘asesina’ que me dirigió me hizo saber que ese sería mi fin, pero, gracias a todo lo existente Rei entro por la puerta y detuvo al chico de que ejecutara mi prematuro fin.
-¡Detente de una vez!- Era la voz de Rei y me gire, jamás había agradecido tanto su presencia –Si te atreves a tocarla de nuevo, no la cuentas- Mi salvador, agradecí su intervención como nunca había agradecido algo.
-Espera... ¿Tocarla? ¿Acaso es una chica?- Oh Dios mío, esto se ponía cada vez peor. Mi ‘agresor’ me miro y se llevo ambas manos a la cara.
-Esto es una broma ¿cierto?- Nos miro a ambos –Dios... pudiste decirme que no eras Mark- No sabía que decir y Rei me miro acusándome con sus ojos.
-¿Qué?- Me hice la desentendida.
-No la toques o te juro que hasta aquí llegaste; ella es su gemela- Rei comprendió el GRAN malentendido.
-Perdóname ¿sí?- El que me había pegado, me miro apenado.
-Vale, not problem- Le dije con un falso acento ingles.
-Ven...- Rei me puso ambas manos en los hombros –Necesito curarte eso- Me dio un beso en el cuello antes de fulminar al otro con la mirada, nos giramos y me llevo hasta una puerta; la abrió y entramos, había una cama y... honestamente, pensé en que lo hiciésemos de nuevo.

-¿Cómo te sientes?- Me pregunto mientras comenzaba a curarme el ‘golpe’ de la nariz.
-Bi... ¡ay!- Me queje cuando presiono el algodón contra mi nariz a fin de secarme la sangre producto del golpe.
-Lo siento- Se disculpo y comenzó a hacerlo más suave, una de sus manos se abrió paso tras la cremallera de mis bermudas cuando mi atención estaba en sus ojos; sus dedos me rozaron y deje salir un mínimo sonido de mi boca sin darme cuenta. Él me miro y dejo el algodón en la repisa, cogió algo que parecía una ‘pomada’ entre sus dedos y comenzó a esparcirlo lentamente en mi nariz al ritmo de sus caricias en mi ‘zona prohibida’, era una forma rara de curarme, pero, era agradable... su ‘cura’ paso de eso a algo más, pero, se los contare en las paginas siguientes de mi diario jajaja

Ojala les haya gustado

Saludillos

Y... No se olviden de comentar, su opinion es muy importante para mi ;3;

lunes, 21 de julio de 2014

Los Ojos que Embrujan; Capitulo 5

LOS OJOS QUE EMBRUJAN

Capitulo 5
Rei... El Primero de mi Vida

Eso debía de ser una especia de broma; no podía ponerme ese ‘bañador’ para la clase de natación, de inmediato sabrían que soy una chica.

-Cámbiense- Dios, no podía estarme pasando esto o ¿sí?
-Oye novato ¿Vas a cambiarte ahora o después?- Me pregunto uno de los chicos mientras yo aun inspeccionaba el ‘bañador’.
-E-etto...- Nunca había tartamudeado tanto en toda mi vida.
-¿Estás bien? Estas un poco pálido- Definitivamente me iba a desmayar si seguía pensando en lo que pasaría si me ponía el bañador y el profesor se me acerco.
-¿Puedes ponerte este si quieres?- Me mostro uno parecido al de un ‘buzo’... si, MUY ajustado, pero, era aceptable…
-Vale...- Lo cogí y me dispuse a ponérmelo, entre al cambiador y... la ‘crisis existencial’ se hizo presente ¿¡Como carajos iba a disimular ‘el bulto de la entrepierna masculina’!?, simple y sencillo; lo logre, pero, no les diré como lo hice, pero logre hacer esa tonta clase. Corrí al cambiador y me saque todo de encima para ponerme mi ropa normal y salir con el cabello revuelto.

Todos se habían ido ya y cogí mi mochila para salir del lugar. Camine por el pasillo tranquila hasta que Alexy me cogió del brazo llevándome en dirección contraria a la que iba.

-Alex, suéltame- Le decía mientras me llevaba a la fuerza consigo.
-Sígueme- Me decía.
-¿A dónde vamos?- Le pregunte.
-No puedo decirte, debes verlo- Me dijo sin sonreír, eso me preocupaba, pero, le seguí. Me saco del colegio y allí vi a una niñita, vestida como una muñeca victoriana. Estaba hablando con el albino, ella le hacía muchos juegos y le cogía de las manos sin sacarle la mirada de encima -¿Sabes lo que significa esa chiquita de ahí?- Señalo a la chica que vestía como una ‘muñeca’.
-¿Qué se la está ligando?- Pensar como un chico no me estaba ayudando en ese momento, o solo estaba celosa.
-No, eso no... Cuando las chiquitas como ella se aparecen por aquí es porque se acerca ‘el campamento’- Me sujeto los hombros poniéndose detrás de mí.
-¿Campamento? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Cuántos días?- Comencé a interrogar al peli azul y lo sacudía de los hombros.
-Ya, no soy de goma ¿vale?- Ahí lo deje de sacudir –No sé, quizás en una semana o dos, siempre lo hacen en un bosque, quizás este año sea el de pinos y pos... pos un fin de semana, siempre ha sido un fin de semana completo- Me respondió a todas las preguntas.
-Oh... vale- Le dije y devolví mi mirada a ese par, esa niñita le sonreía mucho y le decía cosas, pero, no lograba escuchar que era por lo lejos que me encontraba.
-Éntrale y reclámalo como tuyo- Alexy estaba loco, pero, antes de poder evitar que siguiera... me empujo en el último metro y me tropecé con Lysandro, la chica se puso furiosa y muy celosa.
-No lo toques ¡Es mío!- Me empujo, para ser tan chica era muy posesiva.
-Tranquila pequeña loca- No debí decir eso.
-Lysandro, me está molestando, me está molestando- Se hacia la victima detrás del ‘victoriano’ quien parecía que sufría la vergüenza de su vida.
-Ni-Nina, ye te he dicho que no puedes venir aquí, están prohibidas las chicas en este colegio- Le explicaba a la ‘Loli’ detrás suyo.
-¡No, tu eres mío!- Estaba haciendo un ‘berrinche’ y yo, yo saque un paquete de gomitas de mi bolsillo trasero y las compartía con Alexy.
-Mírala, esta celosa- Me susurraba Alexy demasiado cerca, intentaba evitarlo, pero, no podía dejar de sonreír. Era muy gracioso verlo intentar aclararle las cosas a la chiquilla esa.

Pero, en el fondo me sentía un poco celosa, aunque solo tenía un par de días conociendo al albino, le había cogido cierto cariño.

...

Era hora de irme a la residencia, las clases habían acabado, pero, quise salir un rato y dar una vuelta por la acera a fin de despejarme la mente un poco y ver como estaba Marina. Camine tranquila unos minutos con mis cascos y mi música a todo volumen, de un segundo a otro me cogieron por la espalda inmovilizándome y me bajaron los cascos.

-¿Cuánto ha pasado, Mi?- Me susurro al oído con ese tono de voz tan tentador, de inmediato le reconocí y me soltó.
-¿Rei?- Me gire y lo detalle completamente. Oh Dios, estaba más deseable que hace dos años, si, él y yo tuvimos un momento, que paso a muchos, pero, nunca le abrí las piernas.
-El mismo- Se sonrió conmigo.
-¿Qué haces por aquí?- Le pregunte si sacarle la mirada de encima.
-Paseaba un poco, a propósito ¿No tienes planes para esta noche?- Me pregunto.
-No... ¿Por?- Le conteste como siempre.
-¿Recuerdas la banda que empezamos en primaria?- Me pregunto.
-Aja- Le dije.
-Bueno, ahora estamos dando conciertos en un bar de por aquí, y me preguntaba si querías acompañarme esta noche ¿puedes?- Me cogió la mano cruzando sus dedos con los míos, ese mismo juego me lo hizo mientras me sacaba la ropa de encima en su cuarto.
-No se- No estaba segura de ir.
-Vamos, te llevare a tu casa temprano, sabes muy bien que te cuido- En eso tenía razón, a pesar de lucir como un chico rudo, era uno muy atento y respetuoso a cierto punto.
-Bueno, pero, antes de las 9 debes traerme a la entrada del Sweet Boys ¿vale?- Le dije.
-¿Sweet Boys?, pero si ese es un colegio de chicos- Me miro extrañado.
-Bueno... solo mírame y sabrás la locura que hice- Le dije.
-Oh... ahora eres una rebelde, me gusta- Me guiño el ojo y casi me desmaye; cuando Rei estaba cerca, el mundo dejaba de ser algo importante para mí, todo dejaba de importarme. Tal vez era porque fue el primer chico que me hizo sentir segura y medianamente feliz después del accidente, él era mi apoyo incondicional cuando Marina no podía, ahí estaba Rei –Y ¿Cómo te haces llamar?- Me susurro al oído.
-Como él...- Rei supo que hablaba de mi hermano y me jalo del brazo dejándome en su pecho, estrechada entre sus brazos, sus brazos con esos tatuajes que me derretían.
-No llores, no quiero verte así, no de nuevo... también me afecto, pero, hay ver hacia adelante; recuerda, él jamás quiso que tu llorases y te entristecieses- Me sujeto el rostro al hablarme; era tan dulce cuando se lo proponía.
-Va-vale... ¿Nos vamos a tu concierto?- Le pregunte cambiando el tema antes de que comenzase a llorar otra vez.
-Por supuesto- Se subió a su moto y me dio el segundo casco, me subí detrás de él y lo abrace mientras él conducía. Yo vestía un pantalón con estampado militar y una remera un poco desgastada, con mis zapatillas deportivas y un gorro en mi cabeza.

Realmente cantaba de maravilla y tocaba aun mejor, no me sacaba la mirada y aprovechaba en sonreírme cuando le sonreía desde el ‘publico’ del lugar; el concierto se dio normal y cuando acabo ya era demasiado tarde, no podría llegar al colegio a tiempo y si me atrevía en aparecerme, me metería en serios problemas porque me verían llegar tan tarde.

-No te preocupes, te llevare temprano a tu clase- Me dijo mientras encendía su moto y partíamos a... a su departamento.

...

-¿Tienes frio?- Se me acerco al preguntarme eso.
-No- Estaba entre ‘el seguirle el juego y salir corriendo’.
-Si tienes frio, me dices y te busco un cobertor más grueso ¿vale?- Ok, la pervertida era yo.
-Oh... vale- No estaba muy cómoda estando solos, en ese departamento, en su cuarto y dándome la espalda camino a su closet y comenzó a sacarse la remera de encima; Dios mío, no pude resistir a verlo, pero, él se dio cuenta de mi mirada y me sonrió un poco pícaro mientras se desbrochaba el cinturón.
-Y... ¿Ya tienes novio?- Me pregunto mientras buscaba algo en su armario.
-Eh... no, no tengo- Me saco de mi trance con esa pregunta.
-Que bien- Me sonrió al escuchar mi respuesta.
-¿Qué estas pensando?- Le pregunte, si, fui muy idiota al preguntar eso.
-Pues... eres toda mía ¿no?- Claramente sabía que yo no me le negaría.
-... Ya quisieras- Y como una tonta lo estaba provocando.
-Tú sabes que es cierto- Y él me seguía el juego.
-Aja, si, como no- Yo no sabía parar ese tipo de juegos, y menos con él; cerro el closet aun con los pantalones a medio abrir, se saco el cinturón y lo dejo en el piso.
-Tú sabes que es verdad, tu más que nadie lo sabe- Me arrincono en la cama y mientras me subía, él seguía mi juego; terminaríamos en algo bastante serio si no parábamos... y no paramos.

Ya se imaginaran lo que paso... si, lo hicimos; yo cedí sin darme cuenta, cuando recapacite ya era muy tarde. Rei había sido mi primer novio y al primero que ame como nunca, aunque, nunca terminamos o rompimos con el otro, porque, paso el accidente y... podría decirse que en ese momento seguíamos juntos.

Bueno, para ser mi primera vez, fue bastante dulce y comprensivo... Fue bastante gentil, lo hizo muy suave y me susurraba constantemente al oído; con mis piernas abiertas a él y con mis manos en sus hombros, apretando mis manos cada vez que se movía sobre mí. En esos momentos tan intensos me olvide de todo a mi alrededor, de todo mi mundo; solo me importaba él.

La forma tan única de besar que poseía, esos labios suyos que me aun me desnudan con solo pronunciar una palabra, sus manos que sujetaban mi cuerpo y sus caricias que tranquilizaban mis temores. ¿Dolió?... si, si dolió, pero, quizás porque no éramos físicamente compatibles... ¿lo entienden?, digamos mejor, que lo tiene demasiado, demasiado grande para lo estrecho de mí entre pierna. Pero, fue muy tierno; me sujetaba el muslo a su cuerpo mientras me hacia mujer, esos lentos y delicados movimientos de su cadera sobre la mía, con el sudor de su cuerpo que iba a la par del mío. Cuando jadeábamos viendo los ojos del otro para cogernos la boca y devorarnos como nunca lo habíamos hecho, acariciarnos y susurrarnos una que otra cosa en medio de aquel ambiente cargado de lujuria.

En la mañana estaba despertándome y él dormía plácidamente en la misma cama que yo, con su cabeza recostada de mi pecho y el cabello aun lo tenía húmedo a causa del sudor; vi la hora en el reloj de su mesita.

6:45am
Esa es la hora que marcaba el reloj y decidí despertarlo, aun cuando quería dejarlo dormir un poco más; ese cabello teñido de azul que tanto me gustaba, caía con cierta gracia de a mechones cortos sobre su frente.

-Rei... Rei ya es de mañana, tengo que irme- Comencé a despertarlo y él abrió sus ojos, se giro y se estrujo los ojos para despertarse.
-¿Qué hora es?- Pregunto adormecido aun.
-Las 6 con 45- Cogí mi remera y me la puse, seguida de mi ropa interior que quedo sobre la mesita de noche.
-¿Cuándo vienes de nuevo?- Me pregunto con su ‘animalito’ cubierto con la sabana.
-No se- Me puse el pantalón y cuando quise salir de la cama, él me jalo y caí de espaldas en su abdomen.
-¿Te gusto el concierto?- Me pregunto pasándome la mano bajo la remera.
-Aja, tocaron muy bien- Le conteste.
-Quédate un poco mas- Me estaba suplicando y no quería negarme a esa carita tan adorable de ‘cachorrito mojado’ que sabía usar para convencerme.
-No puedo, tengo clases- Le dije.
-Bueno, pero, te pasare buscando para presentarte a unos amigos, después de clases ¿vale?- Me propuso.
-Vale, ahora... llévame al cole- Le dije y se puso la remera, sus pantalones y las zapatillas deportivas.

Salimos de su cuarto y antes de abrir la puerta me jalo de la muñeca hasta su cuerpo, paso su otra mano bajo mi barbilla levantando mi rostro y en segundos me comenzó a besar, no podía negármele, no a él. Aunque mi mente daba vueltas, sabía que Rei me quería... pero ¿Lysandro me quería?, eso no lo sabía, apenas nos conocíamos, quizás solo era una cosa del momento. Rei tenía una forma única de besar o quizás solo lo sentía así, porque era al único a quien le di el permiso de ‘mi cuerpo’. De un segundo a otro me apretó mas el labio inferior acercándome mas a él, si, me había dado ese leve apretón de sus dientes que tanto me gustaba, no podía parar, pero, él sabía que ya debía de irme y lentamente me soltó, casi sin dejar de abrazarme a su cuerpo.

...

Llegue en la ‘hora’, justo en el último minuto; entre al colegio disimulando lo que había pasado, pero, mi ‘extraña’ forma de caminar hizo levantar ciertas sospechas. Alexy me jalo del brazo en el pasillo y me llevo con él al baño, nos encerró a ambos y me confronto.

-¿Dónde estuviste anoche?- Me pregunto un poco serio.
-Aquí, en donde mas- Le respondí muy segura.
-A mi no me engañas, no estuviste aquí; te vi salir a eso de las 4:30pm y no regresaste ¿Dónde andabas?- Alexy se había dado cuenta, estaba en graves problemas.
-E-Etto- Y para colmo ya estaba tartamudeando, no me fije, pero, se me acerco demasiado, creí que sobrepasaría los limites.
-¿A quién engañas, niñita?- Me susurro.
-No me digas así y estas demasiado cerca- Lo quise alejar y me puso la mano en el pecho.
-No te engañes, ya me di cuenta de tu juego- Ok, ahora si estaba perdida.
-...- No le pude responder.
-Descuida no se lo diré a nadie, me caes muy bien pequeñita- Me revolvió el cabello ya alejándose de mi –Pero, debes decirme quien te puso a caminar como ‘vaquero’- Me dio un empujoncito en el hombro.
-Gracias, gracias por no decírselo a nadie- Lo abrace, su ‘silencio’ era algo que agradecía en ese momento.
-De nada, es un placer servirte- Me abrazo y me beso la mejilla –Ahora ¿Quién te puso a caminar así?- Indagaba y yo, yo tuve que soltar parte de lo que paso la noche anterior.
-Pues... digamos que, digamos que ayer salí y me encontré con...- Sus ojos se abrían mas y mas –Con mi novio- Complete la palabra –Y me llevo a un concierto pequeño de su banda que se había hecho en un bar de por aquí, fuimos y después... se hizo tarde y...- Alexy me interrumpió.
-Pillina, te fuiste a su casa y lo hicieron... ¿verdad que si?- ese chico adivinaba todo.
-Pues... si- Confesé mi travesura, o mejor dicho, mi primera vez ya omitiendo los detalles.
-Lo sabía, los chicos no caminan así cuando lo han hecho con las chicas o con otro chico- Alexy era increíble, pero, agradecía que había sido él quien se dio cuenta de mi secreto y no otra persona.
-Oh, vale... y ¿Cómo supiste que era una chica?- eso necesitaba saberlo.
-Fácil, no sentí atracción hacia ti, y eso no es normal en mí, así que asumí que debías de ser una chica; además, eras el primer chico con una anatomía tan delineada, así que debías de ser una chica- Me contesto con sus dedos en su mentón, casi como un filosofo.
-...- Guarde silencio.
-Oye... ¿Por casualidad tu novio no tendrá un amigo?- Típico Alexy, queriendo ligarse a los chicos bien hechecitos jajaja.

Ojala les haya gustado

Saludillos

Y... no se olviden de comentar, su opinión es muy importante para mi ;3;

Bueno, aqui esta Rei (Creditos a su Autor o Autora)

viernes, 18 de julio de 2014

Los Ojos que Embrujan; Capitulo 4


LOS OJOS QUE EMBRUJAN

Capitulo 4
Yo soy Mark Kassius

-¿Me extrañaste?- Le pregunte a mi hermano.
-...- Lógico, no había respuesta... él estaba muerto.
-Toma... te traje esto- Deje su regalo sobre la piedra grabada con su nombre... la brisa soplaba y yo solo veía el césped moverse al ritmo del viento -¿Cómo te sientes?- Le pregunte de nuevo, pero, no podía recibir respuestas de su parte -... Te extraño- Le dije casi sin voz, mis lagrimas decidieron aparecerse en ese momento. Nunca había llorado delante de él, no desde aquel día –No, no me veas- Me secaba las lagrimas y le suplicaba que no me viese, estaba más afectada ese año que cualquier otro. De repente sentí un abrazo por la espalda, fue tan de sorpresa que no tuve tiempo de evitarlo.
-No llore, por favor no lo haga- Era él, el caballero que me hacia sonreír.
-Suéltame, alguien nos puede ver y...- Me interrumpió.
-No me importa lo que piensen de mí, solo deseo que deje de estar así... tan decaída- Me susurro al oído tan de cerca que sentía su respiración y se me erizaba todos los vellos del cuerpo.
-Igual, no deberías abrazarme en público- Le forcejeaba, pero, era inútil soltarme de él.
-No la dejare ir, no importa cuánto se resista- No me quedo más que desistir –Disculpe mi atrevimiento, pero, ¿Cuál es su nombre verdadero?
Si se llama Mark Kassius en el instituto, ¿Cuál es su verdadero nombre?- Me pregunto con inocencia.
-... Me llamo Mark, siempre me he llamado Mark- Mi nombre era parte de mi pasado, esa niña asustadiza que murió en el accidente dejo a su hermano solo, y ese hermano ahora era yo.
-... ¿En serio?- Él no creía en mí.
-Por supuesto que es cierto- Me solté de él rápidamente.
-Lo siento, pero, no puedo creerle... ahí dice ‘Mark Kassius’ y usted me miente... ¿Cuál es su nombre?- Me cogió la muñeca.
-Ya te dije cual es- Le repetí.
-... ¿Quién era él?- Señalo la lapida.
-... ¿Él?, él era mi hermano...- Se me iban las palabras.
-¿Qué le paso?- Me pregunto de nuevo.
-No puedo decirlo, es un secreto- Le desvié la mirada.
-Las muertes no son secretos que alguien desee esconder... ¿Qué le sucedió?- Pregunto con cierta curiosidad.
-... Yo lo provoque- Genial, tenía que decir eso ¿no?, ahora creerá que yo lo asesine y adopte su nombre para no levantar sospechas.
-¿Cómo?- O no se cansaba de preguntar o estaba esperando a que le partiera la cara.
-... Íbamos en el auto... papa acelero demasiado...- De a poco le estaba confesando lo que había pasado, era al único al que le estaba contando lo que había sucedido.

Flashback
-No le digas nada a nadie de lo de anoche ¿vale?- Me decía mi hermano mientras se acomodaba la camisa frente al espejo.
-Ese es nuestro secreto- Le dije con una sonrisa y él me la devolvió en el reflejo del espejo -¿estás nervioso?- Le pregunte al verlo dar una y otra vez vueltas a su corbata.
-¿Tanto se nota?- Me pregunto un poco burlón.
-Muchísimo- Me reí.
-Bajemos entonces- Me ofreció su mano y se la tome sin dudar ni un segundo, bajamos las escaleras y de estas a la puerta hasta subirnos al auto; nuestro padre encendió el vehículo y partimos para no regresar jamás... mientras conducía en la autopista, sentía un extraño dolor de estomago, me rodee el cuello con mi almohadón y fue eso lo que me salvo de morir.

Me recosté del asiento y cerré mis ojos levemente, con mis cascos puestos y mi mano en la de mi hermano, sus constates juegos con mis dedos me hacían sonreír y de vez en vez cruzarle la mirada. De un momento a otro sentí el apretón de mi hermano y un movimiento brusco del auto, abrí los ojos y las luces de enfrente de ese camión me congelaron de inmediato; todo se sacudió en los siguientes minutos, oía crujidos, golpes, los neumáticos, las bocinas de los vehículos... Lo observe todo... cuando el movimiento ceso y esa imagen aún perdura en mi memoria. Mi mano estaba aferrada a la de mi hermano y la suya a la mía, lo vi abrir sus ojos e intento decir algo... pero, no pudo, el brillo de sus ojos se esfumo y un grito de mi ser deje salir. Comencé a gritar sin control alguno, debieron de amordazarme para sacarme de allí. Esa fue la última vez que mi hermano y yo hicimos una travesura... la travesura de la noche anterior; quizás por ella lo perdí.

Recordaba a mis padres y a mi hermano en cada lugar que iba, pero, más que a nada, recuerdo a mi hermano como si aun siguiera aquí. Cuando sus ojos se apagaron fue como si me arrancaran algo de lo profundo de mi ser, fue un dolor inexplicable, mas allá de los golpes y cortes en mi cuerpo por el volcado del vehículo. Más que cualquier dolor, ese fue mayor que todos.
Flashback

 No sé qué había sucedido cuando mi mente divagaba, pero, al terminar de hablar ya estaba entre los brazos del albino.

-Lo siento... no deseaba que llorase de nuevo- Me susurro con ternura.
-Está bien...- Me separe de él –Nadie puede escoger su destino, este es el mío... no puedo hacer nada para cambiarlo- Él no podría cambiarme, ya yo había aceptado mi destino.
-No haga esto, se está lastimando... debe dejar ir el pasado- Eso ultimo que dijo me hizo enfurecer.
-No tienes el derecho de decirme que puedo o no hacer... y para que sepas, ya deje ir a todos- Mi tristeza paso a ira en ese momento.
-No... Aun debe dejar ir a su hermano- Aunque me doliera, él tenía razón.
-¡Jamás me voy a separar de él!- Le grite con lagrimas en mis ojos y huí del lugar, por más que me llamo, yo solo lo ignoré y corrí hasta llegar a mi departamento y encerrarme en mi cuarto –No me dejes Mark, no me dejes- Me repetía, casi parecía una loca haciendo eso, pero, quizás me estaba afectando más de lo que creía. No iba a separarme de mi hermano, para mi seguía vivo, él vivía en mi y no lo dejaría ir, jamás lo dejaría. Marina estaba en la sala, pero, la ignore también.

Al día siguiente baje como si nada y me serví un poco de cereal. Era curioso, las letras que flotaban en la leche formaban el nombre de mi hermano. La puerta sonó, Marina la abrió.

-Mark... te llaman- Me llamo y salí con el tazón a medio comer en la mano.
-H-hola...- Ella, ella era la novia de mi hermano... o lo fue.
-¿Qué haces tú aquí?- Le pregunte metiéndome otra cucharada de cereal en la boca, Marina se giro y se fue a la sala.
-Vine a verte... ¿Creí que tú te habías...?- Bingo, ella también estaba engañada con mi apariencia; claro, mi hermano y yo éramos como dos gotas de agua, ni muy femeninos ni muy masculinos... un intermedio perfecto.
-¿Yo?... Estas muy mal- Me reí de ella, me divertiría un poco jugarle por haber sido parte de la perdida de mi hermano; si ella no hubiera sido su novia, jamás hubiéramos hecho aquella salida y nunca hubiera perdido a mi hermano.
-Pero, me dijeron eso, Mark- Se excusaba haciéndose la víctima.
-Mira... Annie, la cosa es...- Era hora de decirle la verdad.
-¿Qué? ¿Pasa algo malo?- Me preguntaba mientras jugaba con su cabello... que zorra, creía que mi hermano se había conseguido algo bueno, no esto.
-El accidente si paso- Su cara fue demasiado cómica.
-¿Eh?- Me miraba extrañada.
-Yo no soy Mark... soy su hermana- Le dije y su rostro denotaba mas desconcierto.
-No te creo, él nunca me dijo que tenía una hermana- Eso me dolió más que nada en esta tierra. Mi hermano no le había hablado de mí.
-Soy su gemela... si no me crees busca en el registro natal- Metí otra cucharada de cereal en mi boca.
-Eso sí lo dijo, menciono una gemela, pero, no entendí a lo que se refería- Dios mío, mátenla antes de que deje crías en este mundo.
-Bueno, te vas a ir ahora ¿no?- Le dije un poco cortante.
-¿Por qué te vistes como Mark?- Eso nadie me lo había preguntado.
-Eso no te incumbe- Le cerré la puerta en la cara de un azote, quizás la golpee, pero, no creo, no creo que hubiera sido tan idiota de quedarse ahí y recibir un golpe de la puerta.

Camine a mi cuarto y me senté a terminar mi cereal, estaba deprimida aun. La puerta sonó y los gritos ‘fangirl’ de Marina me hicieron salir de mi ‘relajante comida’.

-Anda ¿Por qué gritas?- Le pregunte llevando el tazón a la cocina.
-... ¡Qué bonitos tatuajes!- Estaba hipnotizada con Dake.
-¿Te gustan? Muñeca- Le rodeo el cuello con su brazo acercándola a él.
-No, no te vas a ‘raspar’ a mi amiga ¿vale?- Le lance una cucharilla dándole en la frente.
-Auch... maldita puntería la tuya- Me dijo sobándose.
-Mas te vale no tocarla, es mía ¿entendido?- Los mire a todos; era como ‘el mejor amigo celoso’ en ese momento.
-Tranquilo novato, no tocamos las chicas de nuestros amigos... pero, a las del Sweet Girl nos las ‘repasamos’ Jajaja- Castiel jamás iba a cambiar.
-Ya, suficiente ¿vale?
Voy por mi mochila y bajo- Les dije mientras iba por mis cosas; me saque la ropa y me lance agua por todo el cuerpo, me ‘duche’ o eso pareció, me vestí con ropa limpia y cogí mi mochila.

Cuando baje Dake estaba a punto de besar a Marina y la muy boba estaba esperando el beso del surfista.

-Te lo advertí- Lo jale del collar, casi estaba ahorcándolo –No te le acerques- Le dije sacándolo del ‘espacio personal’ de mi amiga.
-No puedo respirar- Estaba suplicando oxigeno y lo solté -¿Estás loco? Pudiste haberme matado- Me dijo incorporándose.
-No quiero ir a la cárcel- Sonreí mientras salía por la puerta –Vuelvo al rato, Marina- Me despedí con la mano y ella estaba embobada con los chicos.
-Tu amiga es algo rara ¿no crees?- Me codeo Castiel.
-Rara y todo, pero así la quiero- Alce mi pulgar con una sonrisa.
-Es buena amiga...- O Castiel estaba drogado o yo estaba alucinando, sonaba demasiado comprensivo –Por eso guardamos tu secreto, novato- Me revolvió el cabello.
-¿Mi secreto?- Me hice el ‘aludido’.
-Sí, ella nos contó un poco... le importas mucho, casi podría decir que le gustas sino se hubiera dejado por Dake tan rápido; además, no somos ‘cotillas’ como las chicas, nosotros guardamos secretos entre chicos... solo secretos, nada que incluya orientaciones sexuales diferentes- Me dijo.
-Ah... Oka..., lo entiendo- Le respondí mirando el cielo.
-Yo también tengo mis secretos... algunos más desastrosos que otros, pero, ninguno como el tuyo... me sorprende que puedas sonreír cada día como si nada- Me decía un tanto pensativo.
-No me gusta amargarme la vida... la vida es una y hay que sonreír para disfrutarla- De nuevo una sonrisa.
-Oye ¿Por qué no trajiste tus cosas?- Me detuvo el surfista.
-¿Eh?... Las traigo aquí- Les mostré mi mochila.
-No esas tonto, todas tus cosas, tu ropa, tus sabanas, todo... a partir de hoy los estudiantes viviremos en las residencias internas del colegio- Esas palabras me dejaron helada, pero, respondí rápido.
-No sabia... me esperan mientras voy por ellas- Le dije, pero, insistieron en acompañarme.

Al final llegamos tarde y bromeando con nuestras maletas; estaba tan asustada, porque, tendría un compañero de habitación y seria un chico, debía cuidar de mi estando en ese lugar.

Camine tranquila y un poco nerviosa por el pasillo de la residencia.

-323 ¿Dónde estás?- Me rascaba la cabeza al no encontrar el numero. Ese era el cuarto que se me había asignado –Me rindo- Me senté en el piso frustrada.
-¿Qué haces aquí?- Me pregunto Alexy mientras pasaba por ahí.
-No encuentro mi cuarto- Me queje con él.
-¿Cuál te toco?- Me pregunto curioso.
-El 323 ¿Sabes donde esta?- Le respondí con una pregunta.
-...- Sonrió pícaro y malicioso a la vez – Uuuh, te toco con él- Me susurro divertido.
-¿Sabes donde esta?- Le pregunte de nuevo.
-Si se, ven- Me cogió del brazo y me llevo a rastras consigo. Me dejo frente a la jodida puerta con el numero –No hagan nada pervertido, pillos- Me susurro con picardía traviesa antes de irse corriendo. Abrí la puerta y estaba vacío, bueno, no del todo... había otra maleta en la cama de abajo y subí las escaleras, llegue a la pinche cama y deje la maleta en el piso. Me tumbe en el colchón y oí la puerta abrirse, me asome, pero, no estaba abierta; me sujete del barandal para bajar mi cabeza y ahí vi a mi compañero de cuarto.

-¿Lysandro?- Fue lo primero que pude decir al verlo salir con solo una toalla cubriéndole de la cintura para abajo, sí, eso era todo lo que le cubría; el agua aun se paseaba lentamente por su piel, escurriéndose de su cabello y subió la mirada.
-¿Mark?- Estaba tan sorprendido como yo.
-... ¿Cómo está el agua?- Genial, esa es la pregunta más idiota que haya hecho en toda mi vida.
-Fría, supongo... pero si gusta de agua tibia, le aconsejo que se duche acompañado- Eso era una invitación, pero, debía mantenerme firme, no era el lugar ni el momento de desatar nuestras hormonas.
-Oka... lo tendré en mente- Le guiñe el ojo y regrese a la cama.

Los minutos eran realmente aburridos y me decidí por bajar, teníamos clase, pero, uno de los chicos entro con una toalla cubriéndole sus ‘intimidades’ y desvié la mirada tapándome levemente los ojos.

-¿Tienes jabón?- Maldición, no podían traer el suyo.
-No... Iré a comprar uno- No sabía que decir, Lysandro ya había salido y esto se tornaba cada vez mas incomodo.

...

En clase me estaba durmiendo, pero, luchaba por quedarme despierta.

-Joven Kassius ¿tiene sueño?- El profesor me llamo.
-A decir verdad, si tengo y mucho- Le fui totalmente sincera.
-Preste atención- Me dijo muy serio, Castiel estaba en el 7° sueño, eso era seguro, casi se babeaba en el asiento. La clase transcurrió aburrida y sin sentido, salimos de ahí y fuimos a otro salón, ahora nos tocaba la tortura con ‘geometría’... ¿Quién carajos ve eso en secundaria?

De nuevo, más éramos los dormidos que los que estaban despiertos. Educación física era otro dolor de cabeza, pero, al final terminaron las clases y me fui corriendo a mi cuarto; anhelaba bañarme cuanto antes. Me desvestí dentro de la ducha y abrí la manija.

-Maldita sea, esta fría- Fue lo que dije al caerme el agua encima, después me toco acostumbrarme; oí una risa, pero, no le preste mucha atención. Me termine de bañar y me vestí, cubrí con una especie de faja mi ‘pecho’... tan plano como siempre..., me puse las bermudas y una camiseta sencilla, salí estrujándome el cabello y alguien me saco la toalla de la cabeza.
-¿Cómo estuvo el baño?- Me preguntó al arrinconarme a la pared, en ese ángulo no podían vernos si abrían la puerta.
-Frío ¿Cómo creías que estaría?- Le respondí un poco irónica.
-¿Desea calentarse?- Me susurro.
-Si te ofreces, no me niego- Le respondí.
-Siempre estoy a sus servicios- Diciendo esto se me acerco mas y comenzó a besarme, lento y suave; en segundos estaba sacándole la camiseta mientras lo besaba. Me giro dejándome de pecho a la pared y su mano bajo al interior de mis bragas; mientras me besaba también me provocaba, o a mis hormonas que estaban revueltas dentro de mí. Rogaba porque nadie abriera la puerta, porque, tendríamos que separarnos y no lo deseaba así. Le apreté la muñeca de la mano traviesa que tenía en mis ‘intimidades’ cuando bajo sus dedos más; más caricias, más apretaba su muñeca resistiendo el deseo de hacer algún ruido. Jugando con su cabello y paseándonos en la boca del otro, se sentía tan bien... devorar al otro sin decirnos nada, solo sintiendo.

De un segundo a otro, detrás de mi... si, su ‘animalito incorregible y con subidas de testosterona’ estaba haciendo su aparición dentro de sus pantalones; podía sentir ese roce que me estaba gustando en ‘ya saben donde’ de sus dedos, esa sensación de unirnos al otro si nos arrancábamos la ropa. Casi me separaba y se lo pedía, ese fue el momento en donde deje de pensar en los problemas, en el peligro, en todo... me olvide de todo cuando él despertó en mi el deseo por su persona, el deseo de que me hiciera suya... una y otra vez, las veces que quisiera. Con un leve movimiento de sus caderas, ‘su animalito’ me rozaba, me erizaba la piel y me hacia desearlo aun mas.

Ojala les haya gustado

Saludillos

Y... no se olviden de comentar, su opinión es muy importante para mi ;3;