martes, 15 de julio de 2014

Los Ojos Que Embrujan; Capitulo 1


Los Ojos que Embrujan
Prologo o Sinopsis:
Ten cuidado de los datos que ingresas en la web, se cautelosa al inscribirte por la red en tu nuevo colegio y... no olvides que en la foto debes verte como una chica, no con un corte varonil.
El error de registro
Capitulo 1

-¿¡Que!?- Eso debía de ser una broma, fue lo primero que pensé al ver la pantalla de mi ordenador –Sweet Boys; instituto masculino.
Bienvenido, joven Mark Kassius- Decía y mi fotografía estaba allí –No voy a ir a un colegio de chicos, no puedo- Comencé a sacudir de los hombros a mi amiga.
-No sé, creí que era al colegio al que querías inscribirte, el Sweet Girl- Se excuso ella.
-Maldición, esto solo me sucede a mí- Me tumbe en la cama y comencé a lamentarme.
-No seas tan negativa, mírale el lado bueno- Diciéndome eso, me levante y la mire.
-Y ¿Cuál era el lado bueno? Porque yo no se lo veo- La regañe.
-Pos... estarás rodeada de chicos guapos todo el año- A mi amiga le faltaba un tornillo.
-Aja chido, y ¿Si descubren que soy una chica?- Su idea era de lo peor.
-Pos... tendrás tu harem- Me di un ‘face palm’ antes de matarla por idiota.
-No tienes remedio- El resto de la noche transcurrió y a la mañana siguiente debía seguir con esa tonta farsa; no pude cambiarme de instituto, ya era muy tarde. Camine serena por la acera con un pantalón militar un poco holgado, zapatillas deportivas, mi corto cabello en un tono grisáceo por colorante, mis cascos y mi remera de ‘Linkin park’. Aun no sé porque continúe avanzando, pero, tan pronto llegue solo vi chicos... chicos como jamás los había visto. Contuve mis hormonas o mejor dicho ‘mis estrógenos’ al estar entre tantos jóvenes, pero, para ponerme el dia aun peor... me caí cuando alguien me empujo.

-Así que tú eres el nuevo ¿no?-Se dirigió a mí.
-Sí, ¿Tienes algún problema?- Wow, hasta yo me sorprendía de mi ‘varonilidad’.
-Bájale a los humos, niño- Me dio un empujón en el hombro, pero, decidí quedarme quieta.
-Castiel... Tien...- Un par de ojos bicolores me observaban con curiosidad.
-Anda, mira tus ojos- Estúpidamente se me olvido que ahora era ‘UN CHICO’ y me le acerque demasiado, esos ojos son tan únicos.
-Otro como el hermano del friki- El pelirrojo me jalo del cuello de mi camiseta tumbándome al piso –Últimamente traen niñitos homo a este lugar- Se dirigió a mí con cierto desprecio.
-No soy eso- Me defendí intentando ponerme de pie.
-Si lo eres- Me repitió.
-¡Que no!- Logre ponerme de pie y lo empuje.
-Ah no, te le acercaste demasiado a este de aquí, que más prueba que eso- Me acusaba de algo que no era.
-Nunca había visto alguien con ojos de diferente color, por eso lo hice...- Le respondí ya estando molesta, pero, sin perder el tono de mi voz a fin de no ser descubierta.
-Jajaja debiste ver tu cara jajaja- Se comenzó a reír de mi, este tío tenía un serio problema –Eres buen chico, me gusta tu actitud- Me dijo mientras se iba por el pasillo.
-... Y ¿Te vas con él o vas a seguir mirándome como si fuera un espécimen en extinción?- Le pregunte al albino frente a mí.
-Discúlpame- Frio, ese tío era muy frio, pero, esos ojos. Esos malditos ojos me estaban derritiendo, pero, debía permanecer como un  ‘macho’.
-Vale- Cogí mi mochila y seguí el resto del trayecto.

Camine entre tanta testosterona, me pudo haber dado un infarto al ver tantos chicos, así de cerca. Ese era el sueño de toda chica ¿no?... tener su propio harem.

...

-Mark Kassius, pasa al frente y preséntate- Me dijo el profesor y de mala gana me puse de pie. Camine sin ganas por entre los pupitres hasta llegar al pizarrón.
-Buenos días- Sonreí falsamente a los presentes –Mi nombre es mar Kassius y... soy ingles, espero llevarme bien con todos- Sin querer hinche mis cachetes, era una maña que tenia.
-El nene va a llorar- Se burlo el mismo pelirrojo de mi.
-Por supuesto que no- Me defendí.
-A su asiento, Kassius- El profesor me regaño y me fui al pupitre, me senté ahí el resto de las clases. Cuando quise irme note un pequeño cuaderno bajo el pupitre que estaba a mi lado.

Lo cogí y lo hojee un poco.

-No lo resisto más, necesito desahogar mi deseo sobre tu piel- Decía la primera línea y eso me dio mucha curiosidad por seguir leyendo –Necesito sentir tu cuerpo contra el mío, una y otra vez...- Cada vez me sentía más atraída por lo que leía, apreté un poco mis piernas; mi cuerpo comenzaba a sentir lo que leía –Déjame saborearte, sentirte... mi doncella y mi dulce antojo prohibido- Me mordí el labio inferior y continúe leyendo –Cuanto anhelo descubrir tu piel, ese cuerpo virginal que me seduce y tus ojos me embrujan- No pude seguir, cerré el cuaderno y me quede pensando unos minutos antes de abrirlo de nuevo -¿Qué es prohibido y que no? ¿Ser diferente a los demás chicos está mal o está bien?- Eso tenía más atracción que las líneas de las paginas anteriores -¿Por qué no puedo sacarlo de mi mente?- En ese punto me detuve. No podía creer lo que acababa de leer, era una confesión de un chico a otro chico; eso no podía ser cierto, pero, también quería saber quiénes eran los ‘susodichos’ involucrados -¿Por qué te me acercaste así en el pasillo?... No, no puedo pensar así, esto es totalmente contrario a mi opinión. No puedo, no puedo... no puede ser... yo no, yo no soy... no soy H- Me detuve, necesitaba seguir, quería saber más – ¡No soy homosexual, no lo soy!... pero, solo hay una forma de saberlo, una única manera de despejar las dudas que abundan en mi cabeza...

Cuando tenga el valor suficiente, te voy a confrontar y tú mismo me darás la respuesta a lo que estoy sintiendo; esto, que me causa repulsión, esto que me embruja... son tus ojos. Esos ojos de niño, y...- No pude seguir.
-Eso es mío- Me interrumpió la voz del albino y subí mi mirada a la suya.
-Perdona... pero... debo saber el nombre del que te gusta- Le dije divertida mientras me escabullía corriendo con su libreta en mano por el pasillo; para ser tan cortes, también corría detrás de mí.
-Devuélvame eso- Me decía.
-No hasta saber su nombre- Le respondía, corrí al patio y me escondí en los vestidores, saque la libreta y seguí leyendo antes de que llegara.

-Te odio... odio esta confusión... ¿Qué tienes que me atrae? ¿Qué ocultas tras esa cara?... ¡RESPONDENME!... respóndeme... Mark- Eso me helo la piel, ese tío estaba gustando de mi. Pero, antes de asimilarlo él entro y me saco la libreta de las manos poniéndome contra la pared, nadie jamás me había arrinconado así.

-¿Q-quien es Mark?- Tontamente le pregunte.
-... ¿Qué leíste?- Me lanzo la pregunta; mi corazón latía con fuerza.
-... Todo, lo leí todo; me dio curiosidad y leí- Le respondí desviándole el rostro.
-Entonces, responde ¿Qué ocultas tras esa cara?- Oh Dios mío, él estaba hablando de mi en su cuaderno, de MI. Me comenzó a besar el cuello con una dulzura sin igual, se me erizaba la piel y no soportaba mas, estaba deseando que me besara, pero, ahora era un chico.
-S-suéltame, yo no soy ese tipo de chico- Intentaba soltarme, pero, al forcejear mi cuerpo rozaba el suyo.
-¿Cómo saber si lo eres o no?- Me susurro al oído.
-¡Basta!- Eso basto para que me soltara.
-No soy así- Nunca había sentido tantas sensaciones en mi cuerpo al mismo tiempo.
-Yo tampoco, pero...- Supe que algo malo estaba haciéndole, no tenia culpa de sentir atracción por una chica, pero, yo era una chica que ahora vestía de chico y a sus ojos era un chico.
-Lo entiendo, pero, no me arrincones así, tío. Si necesitas hablarme de algo solo dilo ¿vale?-  Le sonreí con amabilidad.
-Entiendo, disculpadme, no debí... es que desde que te vi entrar pues... no se... esta es la primera vez que siento esto, es extraño; usted ¿me podría responder?- Me dijo.
-Quizás eres bi- Le dije y eso lo hizo soltar un suspiro de frustración –Pero, quizás solo... solo es algo de hoy, déjalo pasar y olvídalo ¿vale?- Me disponía a irme cuando me cogió por la espalda, me puse de pecho a las taquillas y antes de dejarme responder, con su mano guio mi boca a la suya y me rozo los labios con los suyos. La piel se me erizo al sentir su cuerpo, TODO su cuerpo contra el mío y en segundos comenzó a besarme, no pude resistir y le correspondí; pase una de mis manos por su cabello jugueteándole mientras su otra mano se abría paso bajo mi remera. Su lengua se adentro en mi boca y sin dudar cedí a él; besaba tan bien, tan provocativo que podía vivir con solo sus besos. Me acariciaba el vientre y lentamente bajo, cruzo la línea de mis bragas y sus dedos rozaron eso que nos diferenciaba... el beso término. La expresión de su rostro fue demasiado para mí.
-E-e-eres una... una chica- Me dijo y antes de salir del shock, me eché a correr sin poder olvidar aquel apasionado beso. Fui al aula y cogí mi mochila, salí del colegio a toda prisa, necesitaba llegar a mi casa y olvidarme de todo.

Ojala les haya gustado
Saludillos
 
Y... no se olviden de comentar, su opinion es muy importante para mi ;3;

2 comentarios:

  1. Guaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa sigue sigue mas mas guaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ok?... eso significa que te gusto ¿no?
      Me alegra que te gustara...!
      Saludillos...!

      Eliminar