Los Ojos que Embrujan
Prologo o
Sinopsis:
Ten cuidado de los datos que ingresas en la web, se
cautelosa al inscribirte por la red en tu nuevo colegio y... no olvides que en
la foto debes verte como una chica, no con un corte varonil.
El error de
registro
Capitulo 1
-¿¡Que!?- Eso debía de ser una broma, fue lo primero que
pensé al ver la pantalla de mi ordenador –Sweet Boys; instituto masculino.
Bienvenido, joven Mark Kassius- Decía y mi fotografía
estaba allí –No voy a ir a un colegio de chicos, no puedo- Comencé a sacudir de
los hombros a mi amiga.
-No sé, creí que era al colegio al que querías
inscribirte, el Sweet Girl- Se excuso ella.
-Maldición, esto solo me sucede a mí- Me tumbe en la
cama y comencé a lamentarme.
-No seas tan negativa, mírale el lado bueno- Diciéndome
eso, me levante y la mire.
-Y ¿Cuál era el lado bueno? Porque yo no se lo veo- La
regañe.
-Pos... estarás rodeada de chicos guapos todo el año- A
mi amiga le faltaba un tornillo.
-Aja chido, y ¿Si descubren que soy una chica?- Su idea
era de lo peor.
-Pos... tendrás tu harem- Me di un ‘face palm’ antes de
matarla por idiota.
-No tienes remedio- El resto de la noche transcurrió y a
la mañana siguiente debía seguir con esa tonta farsa; no pude cambiarme de instituto,
ya era muy tarde. Camine serena por la acera con un pantalón militar un poco
holgado, zapatillas deportivas, mi corto cabello en un tono grisáceo por
colorante, mis cascos y mi remera de ‘Linkin park’. Aun no sé porque continúe
avanzando, pero, tan pronto llegue solo vi chicos... chicos como jamás los
había visto. Contuve mis hormonas o mejor dicho ‘mis estrógenos’ al estar entre
tantos jóvenes, pero, para ponerme el dia aun peor... me caí cuando alguien me
empujo.
-Así que tú eres el nuevo ¿no?-Se dirigió a mí.
-Sí, ¿Tienes algún problema?- Wow, hasta yo me
sorprendía de mi ‘varonilidad’.
-Bájale a los humos, niño- Me dio un empujón en el
hombro, pero, decidí quedarme quieta.
-Castiel... Tien...- Un par de ojos bicolores me
observaban con curiosidad.
-Anda, mira tus ojos- Estúpidamente se me olvido que ahora
era ‘UN CHICO’ y me le acerque demasiado, esos ojos son tan únicos.
-Otro como el hermano del friki- El pelirrojo me jalo
del cuello de mi camiseta tumbándome al piso –Últimamente traen niñitos homo a
este lugar- Se dirigió a mí con cierto desprecio.
-No soy eso- Me defendí intentando ponerme de pie.
-Si lo eres- Me repitió.
-¡Que no!- Logre ponerme de pie y lo empuje.
-Ah no, te le acercaste demasiado a este de aquí, que
más prueba que eso- Me acusaba de algo que no era.
-Nunca había visto alguien con ojos de diferente color,
por eso lo hice...- Le respondí ya estando molesta, pero, sin perder el tono de
mi voz a fin de no ser descubierta.
-Jajaja debiste ver tu cara jajaja- Se comenzó a reír de
mi, este tío tenía un serio problema –Eres buen chico, me gusta tu actitud- Me
dijo mientras se iba por el pasillo.
-... Y ¿Te vas con él o vas a seguir mirándome como si
fuera un espécimen en extinción?- Le pregunte al albino frente a mí.
-Discúlpame- Frio, ese tío era muy frio, pero, esos
ojos. Esos malditos ojos me estaban derritiendo, pero, debía permanecer como
un ‘macho’.
-Vale- Cogí mi mochila y seguí el resto del trayecto.
Camine entre tanta testosterona, me pudo haber dado un
infarto al ver tantos chicos, así de cerca. Ese era el sueño de toda chica
¿no?... tener su propio harem.
...
-Mark Kassius, pasa al frente y preséntate- Me dijo el
profesor y de mala gana me puse de pie. Camine sin ganas por entre los pupitres
hasta llegar al pizarrón.
-Buenos días- Sonreí falsamente a los presentes –Mi
nombre es mar Kassius y... soy ingles, espero llevarme bien con todos- Sin
querer hinche mis cachetes, era una maña que tenia.
-El nene va a llorar- Se burlo el mismo pelirrojo de mi.
-Por supuesto que no- Me defendí.
-A su asiento, Kassius- El profesor me regaño y me fui
al pupitre, me senté ahí el resto de las clases. Cuando quise irme note un
pequeño cuaderno bajo el pupitre que estaba a mi lado.
Lo cogí y lo hojee un poco.
-No lo resisto más, necesito desahogar mi deseo sobre tu
piel- Decía la primera línea y eso me dio mucha curiosidad por seguir leyendo
–Necesito sentir tu cuerpo contra el mío, una y otra vez...- Cada vez me sentía
más atraída por lo que leía, apreté un poco mis piernas; mi cuerpo comenzaba a
sentir lo que leía –Déjame saborearte, sentirte... mi doncella y mi dulce
antojo prohibido- Me mordí el labio inferior y continúe leyendo –Cuanto anhelo
descubrir tu piel, ese cuerpo virginal que me seduce y tus ojos me embrujan- No
pude seguir, cerré el cuaderno y me quede pensando unos minutos antes de
abrirlo de nuevo -¿Qué es prohibido y que no? ¿Ser diferente a los demás chicos está mal o está bien?-
Eso tenía más atracción que las líneas de las paginas anteriores -¿Por qué no
puedo sacarlo de mi mente?- En ese punto me detuve. No podía creer lo que
acababa de leer, era una confesión de un chico a otro chico; eso no podía ser
cierto, pero, también quería saber quiénes eran los ‘susodichos’ involucrados
-¿Por qué te me acercaste así en el pasillo?... No, no puedo pensar así, esto
es totalmente contrario a mi opinión. No puedo, no puedo... no puede ser... yo
no, yo no soy... no soy H- Me detuve, necesitaba seguir, quería saber más – ¡No
soy homosexual, no lo soy!... pero, solo hay una forma de saberlo, una única
manera de despejar las dudas que abundan en mi cabeza...
Cuando tenga el valor suficiente, te voy a confrontar y tú
mismo me darás la respuesta a lo que estoy sintiendo; esto, que me causa
repulsión, esto que me embruja... son tus ojos. Esos ojos de niño, y...- No
pude seguir.
-Eso es mío- Me interrumpió la voz del albino y subí mi
mirada a la suya.
-Perdona... pero... debo saber el nombre del que te
gusta- Le dije divertida mientras me escabullía corriendo con su libreta en
mano por el pasillo; para ser tan cortes, también corría detrás de mí.
-Devuélvame eso- Me decía.
-No hasta saber su nombre- Le respondía, corrí al patio
y me escondí en los vestidores, saque la libreta y seguí leyendo antes de que
llegara.
-Te odio... odio esta confusión... ¿Qué tienes que me
atrae? ¿Qué ocultas tras esa cara?... ¡RESPONDENME!... respóndeme... Mark- Eso
me helo la piel, ese tío estaba gustando de mi. Pero, antes de asimilarlo él
entro y me saco la libreta de las manos poniéndome contra la pared, nadie jamás
me había arrinconado así.
-¿Q-quien es Mark?- Tontamente le pregunte.
-... ¿Qué leíste?- Me lanzo la pregunta; mi corazón
latía con fuerza.
-... Todo, lo leí todo; me dio curiosidad y leí- Le
respondí desviándole el rostro.
-Entonces, responde ¿Qué ocultas tras esa cara?- Oh Dios
mío, él estaba hablando de mi en su cuaderno, de MI. Me comenzó a besar el
cuello con una dulzura sin igual, se me erizaba la piel y no soportaba mas,
estaba deseando que me besara, pero, ahora era un chico.
-S-suéltame, yo no soy ese tipo de chico- Intentaba
soltarme, pero, al forcejear mi cuerpo rozaba el suyo.
-¿Cómo saber si lo eres o no?- Me susurro al oído.
-¡Basta!- Eso basto para que me soltara.
-No soy así- Nunca había sentido tantas sensaciones en
mi cuerpo al mismo tiempo.
-Yo tampoco, pero...- Supe que algo malo estaba
haciéndole, no tenia culpa de sentir atracción por una chica, pero, yo era una
chica que ahora vestía de chico y a sus ojos era un chico.
-Lo entiendo, pero, no me arrincones así, tío. Si necesitas
hablarme de algo solo dilo ¿vale?- Le
sonreí con amabilidad.
-Entiendo, disculpadme, no debí... es que desde que te
vi entrar pues... no se... esta es la primera vez que siento esto, es extraño;
usted ¿me podría responder?- Me dijo.
-Quizás eres bi- Le dije y eso lo hizo soltar un suspiro
de frustración –Pero, quizás solo... solo es algo de hoy, déjalo pasar y
olvídalo ¿vale?- Me disponía a irme cuando me cogió por la espalda, me puse de
pecho a las taquillas y antes de dejarme responder, con su mano guio mi boca a
la suya y me rozo los labios con los suyos. La piel se me erizo al sentir su
cuerpo, TODO su cuerpo contra el mío y en segundos comenzó a besarme, no pude
resistir y le correspondí; pase una de mis manos por su cabello jugueteándole
mientras su otra mano se abría paso bajo mi remera. Su lengua se adentro en mi
boca y sin dudar cedí a él; besaba tan bien, tan provocativo que podía vivir
con solo sus besos. Me acariciaba el vientre y lentamente bajo, cruzo la línea
de mis bragas y sus dedos rozaron eso que nos diferenciaba... el beso término.
La expresión de su rostro fue demasiado para mí.
-E-e-eres una... una chica- Me dijo y antes de salir del
shock, me eché a correr sin poder olvidar aquel apasionado beso. Fui al aula y
cogí mi mochila, salí del colegio a toda prisa, necesitaba llegar a mi casa y
olvidarme de todo.
Ojala les haya
gustado
Saludillos
Y... no se
olviden de comentar, su opinion es muy importante para mi
;3;
Guaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa sigue sigue mas mas guaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
ResponderEliminarOk?... eso significa que te gusto ¿no?
EliminarMe alegra que te gustara...!
Saludillos...!