LOS OJOS QUE EMBRUJAN
Capitulo 7
Besos de un Caballero Rebelde
Sus dedos decidieron
limpiarse al frotarse contra su jean; su mano en mi ‘restricción’ bajo mas
quedando bajo mi cuerpo y solté sus labios para jadear. Una sonrisa picara se
le dibujo en el rostro y paso su brazo detrás de mí para alzarme sin dejar de
acariciarme en ‘ya saben donde’; le abrace y me mordía los labios con cada
movimiento de sus dedos, caricias que despertaban una a una las sensaciones
dormidas dentro de mí. De un segundo a otro me puso contra la pared y mi cuerpo
se sujetaba de sus caderas, su mano subió y comenzó a deshacerse de mi
sujetador mientras besaba mi cuello... yo suspiraba y comenzaba a sudar.
-H-házmelo... por
favor házmelo- Estaba en el límite, anhelaba que tomara posesión de mi cuerpo y
así lo hizo; bajo la cremallera de su pantalón y con rapidez me saco las
bermudas y las bragas. Se deslizo lentamente dentro de mi cuerpo y mi cuerpo se
estremecía, acerque su rostro al mío y comencé a besarlo, deseaba mucho más...
Mis piernas le apretaban cuando bajaba y subía mi cuerpo, explorando cada parte
de mí desde adentro... Su lengua traviesa jugando con la mía, en un mar de
sensaciones... dejando la libido al descubierto. Necesitaba aire y separe mi
boca de la suya, un delgado hilo de saliva unía nuestros labios inferiores,
nuestros ojos reflejaban el deseo que sentíamos por el cuerpo del otro.
-Dame lengua- Jadeo
en el clímax de su excitación tomando mi boca en sus dominios, su lengua se
paseaba dentro de mí, pero, no le dejaría el control tan fácilmente; la mía se
unió al juego por ‘quien tiene el dominio sobre quien’. Sus brazos me
presionaron contra su cuerpo con más fuerza y en segundos caímos sobre la cama
sin separarnos del cuerpo del otro, nuestra lujuria derrochada en las
sabanas... se me escapaban los suspiros cuando se movía con mayor fuerza y más
rapidez, me gustaba, lo disfrutaba. Le pedía más, mucho mas... no me complacía
aun. Jadeábamos, respirando el mismo aire... ardiendo en deseo, devorándonos
completamente... Mis manos se paseaban por su torso tan bien definido que los
suspiros eran inevitables, el sudor recorre su cuerpo y se estremece como yo
–M-mi...- Tartamudeaba a medias mi antiguo nombre, eso significaba que estaba
por ‘correrse’.
-Ha-hazlo...- Le
autorice y sentí esa humedad inundarme el interior de mi cuerpo, apreté las
sabanas a la par de su vientre rozando el mío. Lento... sus caderas se
alentaron de a poco, pero, en un segundo me embistió con fuerza y eso me hizo
soltar un pequeño grito pronunciando su nombre; me encantaba que fuese así
conmigo... que complaciese todos mis deseos. Su piel se encendía con la mía,
sus labios me devoraban completamente... estuvimos haciéndolo por horas.
...
En mi cómoda cama
del instituto, mi mente gira en torno a Rei, mi piel desea revivir las
sensaciones que despertó hace un día mi amado. He comenzado a sentir como si
estuviese montando de nuevo, no, debo apagarme el deseo ahora... baje las
escaleras a fin de darme una ducha, cogí la toalla y algo de ropa, abrí la
puerta del baño y... ¿¡Qué coño haces aquí Lysandro!?
Si, lo encontré a
medio ducharse y cerré la puerta de golpe, no puedo sacar su mirada de mi
cabeza, una mirada sorprendida y su cuerpo totalmente desnudo... mojado y
desnudo victoriano... ¡Ya basta!, esto solo estaba de mal en peor. Primero se
me subían las hormonas y para rematar veía a Lysandro como Adán... mi vida es
terrible. La puerta del baño se abre y no quiero ni verlo, he intentado huir,
pero, me ha jalado de la muñeca metiéndome junto con él a la ducha; solo una
toalla le cubre ‘sus intimidades’. Sus ojos reflejan el mismo deseo que Rei.
-Ly-Lysandro-
Comencé a tartamudear, genial... van a violarme.
-...- No contesto,
sutilmente acerco su rostro al mío posando sus labios en los míos, cálidos y
húmedos... irresistible forma de besar es la que posee... cedí a él, le
correspondí; sus manos comenzaron a bajarme el pantalón de tela sencilla del
cuerpo, supe lo que quería y le ayude a hacerlo... le tire de la toalla y me
alzo en sus brazos sin separar sus labios de los míos, su lengua paso a saludar
a la mía, la mía jugaba con la suya. Las temperaturas iban en aumento y en un
segundo tomo la posesión de mi cuerpo... no sé qué pasa conmigo, me estoy
entregando al victoriano sin darme cuenta, quizás es el deseo sin control que
se ha apoderado de mi. Sus movimientos son dulces y atrevidos, me gusta... me
ha comenzado a fascinar su exploración dentro de mí, no lo resisto, quiero
gritar tu nombre... ¿Quién te enseño a hacerlo tan bien?
Caballero cargado de
lujuria, derróchala en mí las veces que desees. Sus manos sujetan con firmeza
mi cadera, me hacen subir y bajar, suspirar y jadear... Mi cuerpo se estremece
con cada movimiento suyo, me he olvidado del universo a mi alrededor y del
peligro de ser encontrados por alguno del instituto; disfruto cada movimiento
que realiza su ‘amigo’ dentro de mi cuerpo, le sonrió con lascivia cuando nos
tomamos unos segundos para respirar... De un momento a otro estamos en la
cerámica del baño, tumbados y jadeando, con su cuerpo sobre el mío, sin
alejarse de mi piel y sus labios devorándome.
Su cuerpo se crispa
y me incita cada sensación que me despierta, ‘su amigo’ es la llave que abre los
cerrojos de la pasión de mi interior; se mueve sobre mí y le aprieto los
hombros reprimiendo los gritos en el borde del placer que despierta en mí.
Lentamente sus ojos se entrecierran y sus labios se devoran los míos al
‘correrse’ en mi... mi vientre se acerca al suyo violentamente, me tiembla el
cuerpo... Más, dame más de ti... más de tu cuerpo.
...
Mi cabeza da
vueltas, no puedo creer lo que hice... estuve con Rei y al día siguiente lo
hice con Lysandro; soy una persona horrible... aunque, estoy segura que Alexy
me estará envidiando si se enterase.
-Y esa sonrisa
picara ¿Por qué?- Me pregunta el peli azul al oído.
-Nada... no pienso
en nada- Este tío tiene poderes psíquicos.
-No te creo... ven,
dímelo- Me ha cogido del brazo llevándome a su cuarto con rapidez, no pude
objetarle o zafarme de él. -¿Qué te tiene tan sonriente?- Indagaba curioso el
muchacho.
-No voy a decirte-
Idiota, ya me había delatado.
-Ah... si paso algo,
dímelo, anda dímelo...- Estaba suplicando y usaba su mirada de ‘cachorrito mojado’
para tentarme.
-Está bien- No pude
resistir a su ternura –Rei y yo... pues, lo hicimos... fue de maravilla y hace
un rato en mi cuarto... pues... Lysandro se estaba bañando y...- Alexy de
inmediato supo lo que trataba de decir.
-¿Lo hiciste con
él?- Me sacudía de los hombros.
-...- Solo asentí
con la cabeza.
-Que afortunada
eres- Hizo un puchero.
-No digas eso, me
siento mal... estoy engañándoles a ambos- Si, era una maldita perra, pero, era
maldita perra con mayor suerte de la tierra Jajaja
-No exactamente,
solo estas confundida- Me dijo ya poniéndose más serio, y, eso no era común.
-Eres mi mejor
amigo- Lo abrace y por si fuese poco el chico que le gustaba a Alexy abrió la
puerta y vio la escena.
-Armin tienes mis
rodille...- Nos miro y su rostro se torno muy asqueado; la cara de Alexy estaba
tan roja que podría freír un huevo sobre su cabeza. -¿Ok?- Cerro la puerta y
Alexy se puso de pie.
-E-espera Kentin, yo
te lo explico... no es como tú crees- Parecía una chica atrapada en infidelidad
de su novio, pero, Kentin y Alexy solo eran compañeros de clase. Alexy comenzó
a buscarle y Kentin le decía que le dejase en paz, que era un anormal y que
quería que todos se lo tiraran, era demasiado brusco al explicarle el asunto...
Alexy, él era como un niño.
Los seguí de cerca y
sigilosamente a fin de que no fuesen a lastimar a mi amigo.
-Aléjate de mi
marica- Le decía Kentin.
-No es mi novio
entiéndelo, somos amigos- Se excusaba Alexy.
-¿Por qué me dices
estas cosas?- El castaño le confronto.
-...- Alexy guardo
silencio.
-Escúpelo o te hare
llorar marica- El militar le exigía la ‘verdad’.
-¡Me gustas!- Alzo
la voz y su rostro se enrojeció.
- Este enfermo- Lo
empujo a las taquillas con rabia el muchacho.
-Te dije que me
gustas- Alexy estaba loco, lo jalo de la chaqueta blanca y... asco... lo había
besado y de un puñetazo lo hizo caer al piso escupiendo sangre, iba a matarlo a
golpes, e intervine recibiendo uno de esos puñetazos en la cara... todo se
oscureció.
Desperté con la
cabeza vendada en mi cama, me precipite y sentía punzadas en toda la cara.
-¿D-donde está
Alexy?- Necesitaba oír algo bueno de parte de alguien, necesitaba saber que
había pasado con el peli azul.
-Aquí estoy... aquí
estoy, Mark- Lo visualice y aparte del labio partido, uno que otro moretón en
su alegre rostro, con su mirada ilusionada me miraba.
-Creí que...- El
peli azul me interrumpió.
-¿Qué había muerto?,
No tonto, él se fue corriendo cuando caíste inconsciente al piso... esta en
detención por agresión, iba a ser expulsado, pero, mentí por él- Se me acerco
para susurrarme las últimas palabras. No había nadie más a mi alrededor y note
mejor el lugar, era la enfermería.
-Estás loco ¿Lo
sabías?- Le dije intentando sonreír.
-Las mejores
personas lo están- Se sonrió imitando la voz del ‘sombrerero’ de Alice in
Wonderland. Reímos juntos en esa blanca y lúgubre habitación de la enfermería
escolar.
Espero les haya gustado
Saludillos
Y... no se olviden de dejar un comentario, su opinion es muy importante para mi... ;3;
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