martes, 5 de agosto de 2014

Los Ojos que Embrujan; Capitulo 7

LOS OJOS QUE EMBRUJAN

Capitulo 7
Besos de un Caballero Rebelde

Sus dedos decidieron limpiarse al frotarse contra su jean; su mano en mi ‘restricción’ bajo mas quedando bajo mi cuerpo y solté sus labios para jadear. Una sonrisa picara se le dibujo en el rostro y paso su brazo detrás de mí para alzarme sin dejar de acariciarme en ‘ya saben donde’; le abrace y me mordía los labios con cada movimiento de sus dedos, caricias que despertaban una a una las sensaciones dormidas dentro de mí. De un segundo a otro me puso contra la pared y mi cuerpo se sujetaba de sus caderas, su mano subió y comenzó a deshacerse de mi sujetador mientras besaba mi cuello... yo suspiraba y comenzaba a sudar.

-H-házmelo... por favor házmelo- Estaba en el límite, anhelaba que tomara posesión de mi cuerpo y así lo hizo; bajo la cremallera de su pantalón y con rapidez me saco las bermudas y las bragas. Se deslizo lentamente dentro de mi cuerpo y mi cuerpo se estremecía, acerque su rostro al mío y comencé a besarlo, deseaba mucho más... Mis piernas le apretaban cuando bajaba y subía mi cuerpo, explorando cada parte de mí desde adentro... Su lengua traviesa jugando con la mía, en un mar de sensaciones... dejando la libido al descubierto. Necesitaba aire y separe mi boca de la suya, un delgado hilo de saliva unía nuestros labios inferiores, nuestros ojos reflejaban el deseo que sentíamos por el cuerpo del otro.
-Dame lengua- Jadeo en el clímax de su excitación tomando mi boca en sus dominios, su lengua se paseaba dentro de mí, pero, no le dejaría el control tan fácilmente; la mía se unió al juego por ‘quien tiene el dominio sobre quien’. Sus brazos me presionaron contra su cuerpo con más fuerza y en segundos caímos sobre la cama sin separarnos del cuerpo del otro, nuestra lujuria derrochada en las sabanas... se me escapaban los suspiros cuando se movía con mayor fuerza y más rapidez, me gustaba, lo disfrutaba. Le pedía más, mucho mas... no me complacía aun. Jadeábamos, respirando el mismo aire... ardiendo en deseo, devorándonos completamente... Mis manos se paseaban por su torso tan bien definido que los suspiros eran inevitables, el sudor recorre su cuerpo y se estremece como yo –M-mi...- Tartamudeaba a medias mi antiguo nombre, eso significaba que estaba por ‘correrse’.
-Ha-hazlo...- Le autorice y sentí esa humedad inundarme el interior de mi cuerpo, apreté las sabanas a la par de su vientre rozando el mío. Lento... sus caderas se alentaron de a poco, pero, en un segundo me embistió con fuerza y eso me hizo soltar un pequeño grito pronunciando su nombre; me encantaba que fuese así conmigo... que complaciese todos mis deseos. Su piel se encendía con la mía, sus labios me devoraban completamente... estuvimos haciéndolo por horas.

...

En mi cómoda cama del instituto, mi mente gira en torno a Rei, mi piel desea revivir las sensaciones que despertó hace un día mi amado. He comenzado a sentir como si estuviese montando de nuevo, no, debo apagarme el deseo ahora... baje las escaleras a fin de darme una ducha, cogí la toalla y algo de ropa, abrí la puerta del baño y... ¿¡Qué coño haces aquí Lysandro!?

Si, lo encontré a medio ducharse y cerré la puerta de golpe, no puedo sacar su mirada de mi cabeza, una mirada sorprendida y su cuerpo totalmente desnudo... mojado y desnudo victoriano... ¡Ya basta!, esto solo estaba de mal en peor. Primero se me subían las hormonas y para rematar veía a Lysandro como Adán... mi vida es terrible. La puerta del baño se abre y no quiero ni verlo, he intentado huir, pero, me ha jalado de la muñeca metiéndome junto con él a la ducha; solo una toalla le cubre ‘sus intimidades’. Sus ojos reflejan el mismo deseo que Rei.

-Ly-Lysandro- Comencé a tartamudear, genial... van a violarme.
-...- No contesto, sutilmente acerco su rostro al mío posando sus labios en los míos, cálidos y húmedos... irresistible forma de besar es la que posee... cedí a él, le correspondí; sus manos comenzaron a bajarme el pantalón de tela sencilla del cuerpo, supe lo que quería y le ayude a hacerlo... le tire de la toalla y me alzo en sus brazos sin separar sus labios de los míos, su lengua paso a saludar a la mía, la mía jugaba con la suya. Las temperaturas iban en aumento y en un segundo tomo la posesión de mi cuerpo... no sé qué pasa conmigo, me estoy entregando al victoriano sin darme cuenta, quizás es el deseo sin control que se ha apoderado de mi. Sus movimientos son dulces y atrevidos, me gusta... me ha comenzado a fascinar su exploración dentro de mí, no lo resisto, quiero gritar tu nombre... ¿Quién te enseño a hacerlo tan bien?

Caballero cargado de lujuria, derróchala en mí las veces que desees. Sus manos sujetan con firmeza mi cadera, me hacen subir y bajar, suspirar y jadear... Mi cuerpo se estremece con cada movimiento suyo, me he olvidado del universo a mi alrededor y del peligro de ser encontrados por alguno del instituto; disfruto cada movimiento que realiza su ‘amigo’ dentro de mi cuerpo, le sonrió con lascivia cuando nos tomamos unos segundos para respirar... De un momento a otro estamos en la cerámica del baño, tumbados y jadeando, con su cuerpo sobre el mío, sin alejarse de mi piel y sus labios devorándome.

Su cuerpo se crispa y me incita cada sensación que me despierta, ‘su amigo’ es la llave que abre los cerrojos de la pasión de mi interior; se mueve sobre mí y le aprieto los hombros reprimiendo los gritos en el borde del placer que despierta en mí. Lentamente sus ojos se entrecierran y sus labios se devoran los míos al ‘correrse’ en mi... mi vientre se acerca al suyo violentamente, me tiembla el cuerpo... Más, dame más de ti... más de tu cuerpo.

...

Mi cabeza da vueltas, no puedo creer lo que hice... estuve con Rei y al día siguiente lo hice con Lysandro; soy una persona horrible... aunque, estoy segura que Alexy me estará envidiando si se enterase.

-Y esa sonrisa picara ¿Por qué?- Me pregunta el peli azul al oído.
-Nada... no pienso en nada- Este tío tiene poderes psíquicos.
-No te creo... ven, dímelo- Me ha cogido del brazo llevándome a su cuarto con rapidez, no pude objetarle o zafarme de él. -¿Qué te tiene tan sonriente?- Indagaba curioso el muchacho.
-No voy a decirte- Idiota, ya me había delatado.
-Ah... si paso algo, dímelo, anda dímelo...- Estaba suplicando y usaba su mirada de ‘cachorrito mojado’ para tentarme.
-Está bien- No pude resistir a su ternura –Rei y yo... pues, lo hicimos... fue de maravilla y hace un rato en mi cuarto... pues... Lysandro se estaba bañando y...- Alexy de inmediato supo lo que trataba de decir.
-¿Lo hiciste con él?- Me sacudía de los hombros.
-...- Solo asentí con la cabeza.
-Que afortunada eres- Hizo un puchero.
-No digas eso, me siento mal... estoy engañándoles a ambos- Si, era una maldita perra, pero, era maldita perra con mayor suerte de la tierra Jajaja
-No exactamente, solo estas confundida- Me dijo ya poniéndose más serio, y, eso no era común.
-Eres mi mejor amigo- Lo abrace y por si fuese poco el chico que le gustaba a Alexy abrió la puerta y vio la escena.
-Armin tienes mis rodille...- Nos miro y su rostro se torno muy asqueado; la cara de Alexy estaba tan roja que podría freír un huevo sobre su cabeza. -¿Ok?- Cerro la puerta y Alexy se puso de pie.
-E-espera Kentin, yo te lo explico... no es como tú crees- Parecía una chica atrapada en infidelidad de su novio, pero, Kentin y Alexy solo eran compañeros de clase. Alexy comenzó a buscarle y Kentin le decía que le dejase en paz, que era un anormal y que quería que todos se lo tiraran, era demasiado brusco al explicarle el asunto... Alexy, él era como un niño.

Los seguí de cerca y sigilosamente a fin de que no fuesen a lastimar a mi amigo.

-Aléjate de mi marica- Le decía Kentin.
-No es mi novio entiéndelo, somos amigos- Se excusaba Alexy.
-¿Por qué me dices estas cosas?- El castaño le confronto.
-...- Alexy guardo silencio.
-Escúpelo o te hare llorar marica- El militar le exigía la ‘verdad’.
-¡Me gustas!- Alzo la voz y su rostro se enrojeció.
- Este enfermo- Lo empujo a las taquillas con rabia el muchacho.
-Te dije que me gustas- Alexy estaba loco, lo jalo de la chaqueta blanca y... asco... lo había besado y de un puñetazo lo hizo caer al piso escupiendo sangre, iba a matarlo a golpes, e intervine recibiendo uno de esos puñetazos en la cara... todo se oscureció.

Desperté con la cabeza vendada en mi cama, me precipite y sentía punzadas en toda la cara.

-¿D-donde está Alexy?- Necesitaba oír algo bueno de parte de alguien, necesitaba saber que había pasado con el peli azul.
-Aquí estoy... aquí estoy, Mark- Lo visualice y aparte del labio partido, uno que otro moretón en su alegre rostro, con su mirada ilusionada me miraba.
-Creí que...- El peli azul me interrumpió.
-¿Qué había muerto?, No tonto, él se fue corriendo cuando caíste inconsciente al piso... esta en detención por agresión, iba a ser expulsado, pero, mentí por él- Se me acerco para susurrarme las últimas palabras. No había nadie más a mi alrededor y note mejor el lugar, era la enfermería.
-Estás loco ¿Lo sabías?- Le dije intentando sonreír.
-Las mejores personas lo están- Se sonrió imitando la voz del ‘sombrerero’ de Alice in Wonderland. Reímos juntos en esa blanca y lúgubre habitación de la enfermería escolar.

Espero les haya gustado

Saludillos

Y... no se olviden de dejar un comentario, su opinion es muy importante para mi... ;3;

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